Cuines es de los programas más queridos de TV3. Y con razón. Cada día consigue unas audiencias excepcionales gracias a los muchos seguidores que tienen Marc Ribas, Arnau París y Gessamí Caramés. Los tres, no solo cocinan platos que nos hacen salivar, sino que sobre todo, lo hacen de manera didáctica, entretenida, simpática y que te hace estar con una sonrisa permanente cada mediodía. Estos días de verano han tenido la buena pensada de llevar a invitados que les ayuden entre fogones. A veces, personas muy mediáticas que hacen lo que pueden a la hora de preparar platos, pero que la gastronomía no es precisamente su fuerte. Pero otras veces, llevan a cracks absolutos de la cocina. Ayer miércoles, Ada Parellada y este jueves, ni más ni menos que uno de los chefs más reconocidos, queridos, respetados y premiados de este país: Jordi Cruz.
El chef del 'ABaC' y jurado de Masterchef nos ha enamorado todavía más hablando de sí mismo, de su vida, de sus inquietudes, de qué lo hace feliz, al lado de Arnau París, justamente el concursante a quién hace unas ediciones metió caña, pero que fue el flamante ganador del talent culinario donde él hace de jurado: "Te he visto nacer, y te veo cocinando y veo que te haces mayor, y me hace mucha ilusión. Estoy orgulloso de ti, y no lo digo porque haya cámaras en frente. Has aprendido muy rápido, te has adaptado muy rápido y lo haces muy bien". Ilusión compartida, evidentemente, por quien estuvo sometido a su lupa en Masterchef y que ahora hace como él, de presentador, en un programa culinario de televisión.
Juntos han estado en 'La Daurada', en Vilanova i la Geltrú, haciendo Cuina pim pam, un enrollado de pollo a la brasa. Pero lo más interesante del encuentro de los dos chefs y presentadores ha sido cuando el de Manresa se ha abierto en canal y ha hablado de sus sentimientos, de su vida más allá del trabajo. Por ejemplo, hablando de cuándo era joven y creativo, "pero la creatividad la tenía para el mal, iba para criminal, gamberrete, hacer trastadas", dice medio en coña medio en serio. "Un día dije: 'en eso soy bueno, eso se me da bien'", dice hablando de la cocina. "Yo no he gritado nunca en la cocina, la gente se piensa, porque en algún momento me han visto serio, tenso, que tengo mal carácter. Y a mí me cuesta mucho enfadarme, pero el día que me enfado... cuidao. Pero soy una persona muy tranquila".
Cruz habla del trabajo, "cuando estás todo el día como si te persiguiera un león, cuesta parar. He aprendido a tomarme las cosas un poco más tranquilitas, a pesar de llevar 30 años sin descanso. Las estrellas son una consecuencia de trabajar mucho", dice un chef que se lo ha currado de lo lindo y que tiene todo lo que tiene a fuerza de talento y de muchas horas. "Quizás por ego, o para que en casa estuvieran orgullosos, me pensaba que una forma era que me reconocieran, porque anímicamente me hacía falta este reconocimiento. Cuando con 24 años recibí la primera estrella Michelin, y mi padre y mi madre estaban orgullosos, dije: 'Ya está'. Pero ya tenía la inercia y venga y venga... ¿Quieres decir que hacen falta tantas cosas?", se pregunta. Cruz, que tiene restaurantes, que hace tele y no para, admite que "yo, con mi 'ABaC' tendría suficiente. No me haría falta ni hacer televisión ni tener cinco restaurantes. Con uno bien llevadito, que tuviera tiempo para estar en casa con mi mujer e hijos, con mi familia, no pasaría nada". Y es que, como él dice, ha aprendido que "la felicidad está en las pequeñas cosas". O en el hecho de ser padre...
Cruz reconoce que ahora ha aprendido a parar, gracias en parte, a la familia que ha formado con Rebecca Lima y con sus hijos Noah y Nico, nacido hace pocos días. Le pregunta Arnau si se vería siendo feliz volviendo a estar solo en el 'ABaC', cocinando todos los servicios de su restaurante de Barcelona. Y el de Manresa le confiesa que "yo creo que el mismo mundo te va poniendo en tu sitio. Y ahora que el mundo está cambiando, que hay una generación que quizás la gastronomía 'finolis' no le importa tanto, ni los reconocimientos tipos 'estrella' (Michelin), que tienen otras prioridades, disfrutar del tiempo libre, de los amigos... Bueno... estoy a la expectativa de 'a ver qué pasa', adaptarme a lo que vendrá". Jordi es consciente de que "el poder lo tiene la televisión, no lo tienes tú", hablando de su faceta televisiva en Masterchef. "Eres conocido porque la televisión te pone allí, pero tienes que ser consciente de que el día que no salgas por la pantallita, se ha acabado. No hay más. Por lo tanto tienes que seguir siendo la persona que has sido siempre". Una conversación sensacional entre dos genios de la cocina. Y de la televisión.