Ahora los espectadores catalanes conocen a Arnau París porque junto con Marc Ribas o Gessamí Caramés es uno de los tres chefs que nos acercan los platos más suculentos y asequibles de hacer, que cada mediodía nos hacen la boca agua antes de Com si fos ahir, en el Cuines. Pero un tiempo atrás, antes de enamorarnos haciendo sus platos deliciosos, rematados con un "pim pam" marca de la casa, ya lo hizo en una edición sensacional de Masterchef. Era el año 2021 y el programa exitoso de TVE celebraba su novena edición con concursantes anónimos. Entonces no lo conocía nadie, vendía grifos, pero el gusanillo de la cocina y los fogones estalló en toda su máxima expresión. Ganó merecidísimamente su edición y desde entonces, ha enfocado su vertiente profesional hacia los fogones y las cámaras. Y las dos cosas las hace muy bien.


Simpático, talentoso, siempre con una sonrisa, tiene tanta facilidad cocinando como charlando ante cámaras. Empático y encantador, fue precisamente en el talent culinario de TVE donde conoció a quien hoy en día es su pareja. Y eso que allí le fue a ver la persona con quien salía entonces. Pero Arnau se enamoró, y al revés, de Rais, chef como él y asesora culinaria de Masterchef.


Y desde entonces, no han parado de regalar momentos preciosos en redes. Él, rubio, ella, morena y con rizos. Los dos, con una sonrisa de oreja a oreja y los dos, unos cracks cocinando... y haciendo vídeos alegrando al personal, como este donde preparan a dos manos, en casa, mayonesa o este 'CHINESE CHILI OIL', "O más que una receta, un truco de magia para todos los públicos. Rais es la típica cocinera con más trucos que recetas, y este aceite es uno de sus mejores recursos: en casa siempre tenemos uno o dos botes que nos alegran la vida. Lo mejor es que no hay que seguir una lista de ingredientes ni volverse loco buscando: basta con escaldar cualquier cosa que te guste con aceite caliente y esperar un día para probar la magia".
Juntos no solo cocinan, sino que se visten con looks espectaculares y guapísimos y se van de boda, cogen piñas y están en contacto con productos recién recogidos y de proximidad ("gracias Arnau por dejarme bailar entre el ahora y el aquí, y gracias para compartir la magia de cocinar en el origen conmigo") y cualquier cosa juntos que se les ponga en frente.


Rais y Arnau, maravillosos. Pim pam.