Dicen que los perros son los mejores amigos del hombre. El que a veces no es el mejor amigo del hombre somos nosotros mismos. La vida de César Millán, conocido como el encantador de perros, ha estado muy alejada de la imagen afable y feliz que proyecta en sus programas de televisión. El adiestrador canino mexicano está viviendo con angustia los pasos que da Donald Trump con la frontera con su país. Incluso, le sugirió adoptar a un animalito para evitar separar familias y saber lo que se siente: "los perros humanizan a las personas, necesita un Golden Retriever para suavizarse".

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"Red Table Talk"

A raíz de estas palabras, la actriz Jada Pinkett decidió entrevistarlo en su programa. Y allí mostró una cara desconocida: su familia le "abandonó" e incluso pensó en el suicidio.

 

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Desde que era pequeño, soñaba con emigrar al norte para ser el mejor amigo de los perros como Lassie o Rin Tin Tin. Por eso, la nochebuena de 1991 le dijo a su familia que se marchaba a los Estados Unidos. "Mi padre, que había ahorrado 100 dólares, me los dio y los puso dentro de mis calcetines. Dos días después llegué a la frontera y supe qué era el miedo". Millán explica que se quisieron aprovechar de él, que vivió bajo un puente alimentándose, paradójicamente, de dos 'perritos calientes' al día, que oyó que le podían matar para vender sus órganos y que se dejó atrapar por la policía de la frontera "porque los americanos, cuando te cogen, te alimentan".

 

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Ya en los Estados Unidos, trabajó como peluquero y limpiador en residencias de perros, antes de iniciar su camino como experto en rehabilitación de perros agresivos en un centro de California, trampolín hacia el éxito de los libros y programas televisivos. Pero la sonrisa que enseñaba en pantalla al lado de los animales era totalmente diferente de lo que vivía en casa. Aparte de que murió su pitbull, su mujer Ilusión le dijo que la había perdido a su lado y le pidió el divorcio, además de detestar a los perros. ¿Resultado? Inseguridad y sobredosis peligrosa de píldoras que le llevaron a quererse quitar la vida: "sentía que fallé a todo el mundo, hablaba conmigo mismo, nadie me quería, los míos no me querían, era como si viera quemar mi casa sin poder hacer nada". Meses y meses de depresión, hasta que conoció a la estilista Jahira Dar, con quien está desde hace dos años. 'El encantador de perros' vuelve a sonreír.