Recuperado ya del coronavirus y en plena forma, el hijo de Carles Francino, también llamado Carles Francino, ha aprovechado el fin de semana para escaparse hasta Madrid y juntarse de nuevo con su padre y recuperar el tiempo perdido. Una viaje hasta la capital que el actor de Barcelona ha hecho en compañía de su mujer, la cantante y compositora Izah, nacida en Manchester, Reino Unido. Así lo ha mostrado a través de sus redes sociales, donde ha ido publicando varios vídeos en sus historias de Instagram. Y precisamente en uno de ellos ha mostrado que ha hecho su pareja en el AVE de regreso a la capital catalana. Bonita foto de los dos en blanco y negro el día de su boda:

Perfil de Instagram de Carles Francino

Perfil de Instagram de Carles Francino

"Is this real, Izah? Is this real?", se escucha diciendo a Carles mientras grava con su móvil a su mujer, sentada a su lado en el tren, luciendo una sudadera color mostaza, el pelo recogido en una cola y con doble mascarilla para protegerse del coronavirus. "No me distraigas, no me distraigas", dice la artista. Acto seguido, mira a cámara y se pone a reír. "Oh my God", que se traduce a "Oh, Dios mío", remata Carles. A continuación, adjuntamos varias capturas del vídeo de Francino en el que enseña a sus seguidores, más de 56.000, qué hace su mujer en el AVE de Madrid a Barcelona:

Perfil de Instagram de Carles Francino

Perfil de Instagram de Carles Francino

Perfil de Instagram de Carles Francino

Perfil de Instagram de Carles Francino

Perfil de Instagram de Carles Francino

Perfil de Instagram de Carles Francino

Ya lo ven. Izah mata las más de dos horas que dura el trayecto de regreso a la capital catalana pintándose las uñas. Y lo hace demostrando el enorme talento que tiene, haciéndose una manicura geométrica de lo más elaborada. Uñas pintadas en color transparente y rematadas con una raya negra vertical. Un divertido vídeo que Izah ha compartido en sus historias de Instagram. "Mi gente sabe que esta es mi especialidad", escribe la cantante. Hay quienes aprovechan para leer, otros para dormir, otros para mirar el paisaje e Izah para pintarse las uñas y llegar perfecta a Barcelona. No hay tiempo que perder. Antes muerta que sencilla.