Ana Obregón nos dejaba a todos atónitos protagonizando la portada de Lecturas saliendo de la clínica con un bebé en brazos. Llegaba Ana Sandra Lecquio 'Anita' para sus seguidores, la hija por gestión subrogada que la convertía en abuela de por vida. Empezaba un show que aún no tiene final, la modelo canalizaba su luto vaciando la hucha y haciendo realidad los últimos derechos de su hijo, o eso dice ella. Fue desde aquel momento que la vida de la socialité se tergiversó en una realidad donde todo giraba en torno a su tragedia y la ausencia de su hijo. Ahora bien, de sopetón empezaron a salir los trapos sucios de la modelo: mentiras sobre el dinero de la Fundación de su hijo, y una guerra interna con Alessandro Lecquio que cada vez la dejaban en más mal sitio.

A propósito de eso, Ana Obregón ha reaparecido como personaje televisivo para acabar de explicar sus vivencias y aclarar todo el drama que rodea su nieta, el supuesto testamento de su hijo y su relación actual con Alessandro Lecquio. Una reaparición que no convence al público, y ni mucho menos a los compañeros de oficio. Entre la lista de presentadores y veteranos que conocen a la modelo, la estrella actual de Telecinco con Supervivientes ha puesto encima de la mesa su opinión sin pelos en la lengua. Jorge Javier Vázquez lo tiene claro, Ana Obregón ya no interesa, su tiempo ya ha pasado. Así se titula la entrada de su blog semanal, una bofetada en toda regla a su aparición televisiva, la cual considera que es una completa necesidad de autoestima que forma parte de su farsa sobre el luto por su hijo. Atentos, porque en sus palabras hay para mojar pan. No ha hecho corto con nada.

Durante la entrevista a ¡De Viernes!, Ana Obregón reaparecía para aclarar todas las dudas que rodeaban a los últimos derechos de su hijo, una versión que hasta ahora no habíamos escuchado. "El viernes contó pasajes dramáticos de su vida. Pero están tan manoseados, tan tergiversados, tan manipulados, que en ningún momento consiguió transmitir emoción alguna. Se notaba que hacía verdaderos esfuerzos por llorar, pero las lágrimas no aparecían porque ya no sabían si lo que Ana estaba contando era churro, mediamanga o mangotero. Y eso que en un momento de la entrevista tuvo el santo papo de decir: “Me voy a poner a llorar otra vez”. Y era para decirle: “No, querida, es que todavía no has llorado ninguna” escribía el presentador, sin embargo, entre todas estas supuestas lágrimas, los colaboradores le recordaban que estaba explicando una versión desconocida, la cual nunca había destapado.

La modelo aseguraba con contundencia que en la primera versión que da, al hablar sobre la existencia de un testamento o no, la muerte de Aless era demasiado reciente y sus palabras estaban demasiado condicionadas por el dolor reciente. "Conozco bien a Ana cuando se pone a la defensiva. Habla, habla y habla sin parar. Se refugia en lugares comunes, en tópicos rancios, en dolores ancestrales y en una mosca que pasaba por allí para aturrullar a los colaboradores, ir haciendo que corra el tiempo para, al final, largarse a casa con el talón en el bolso y planear su vuelta a otro plató para endosarnos un nuevo rollo. Que no será siempre el mismo, porque intentará retorcer la realidad para que ella sea la principal beneficiada." Uy Jorge Javier acaba de colocar la guinda del pastel a la poca credibilidad de Ana Obregón.

Por si todavía teníamos alguna duda, las palabras del presentador nos lo han dejado más que claro, la credibilidad de Ana Obregón cuelga de un hilo, su realidad no es como nos la plantea.