Su cara, su voz, su mirada y sus comentarios irónicos están en todo el mundo. El éxito mundial de La casa de papel ha hecho que los actores de esta serie, y sus inolvidables personajes, sean reconocidos en muchos países. Y de entre todos ellos, hay uno que destaca por encima del resto. Ser el 'canalla' es lo que tiene. Un papel muy seductor, el malo que tiene su trozo de corazón que ha enamorado a la audiencia. Y el éxito de 'Berlín', guion aparte, se debe al actor que lo interpreta, el gran Pedro Alonso.
El actor gallego de 48 años ha decidido poner tierra de por medio después de la tercera temporada de la serie. Se ha marchado lejos de la vorágine que despierta La casa de papel y ha hecho las maletas hacia un país lejano. Alonso se ha ido a Sudamèrica, a Perú, donde quiere paz y tranquilidad para escribir una novela en la que está trabajando. Hace unos días ya se grabó en un vídeo disfrutando de unos parajes paradisiacos y de las bondades de la naturaleza en un lugar donde el tiempo pasa más despacio: "El calor sofocante, la luz sobrecogedora cuando un momento después de estas imágenes el sol se entierre a cuchillo frente a mí en el corazón de la selva, la familiaridad con uno o dos guías hacia lo desconocido que te miran como si los conocieras desde hace mucho, los pequeños peces que mordisquean mi espalda cuando me baño en el Amazonas".
El misticismo de 'Berlín' ha sido recibido con sorpresa por los seguidores. Más todavía cuando lo han visto en la foto que acaba de colgar, donde se lo ve con la cabeza rapada al cero y hablando de un "colibrí que no sale del nido. Está a punto de parir junto a mi cama. No es una forma de hablar. Sigo trabajando en la novela. Empiezo a pensar que todo este increíble viaje, quizá algún día acabe".
Unas palabras que bien podría haber descrito el coronel Kurtz de Apocalypse Now. Cambien el 'colibrí' de Alonso por un caracol, y ya lo tienen: "He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja, ese es mi sueño, más bien mi pesadilla, arrastrarme, deslizarme por todo el filo de una navaja de afeitar, y sobrevivir”, recitaba Brando en la mítica película de Coppola.
Ganas de la cuarta temporada de La casa de papel. Y ganas de leer el libro de Pedro Alonso. Si es la mitad de bueno como escritor que como actor, ya habrá valido la pena.