La nueva Telecinco 'post-Sálvame' no carbura. Las nuevas apuestas no enganchan, el espectador huye. Ni Ana Rosa, ni 'GH', ni siquiera Jorge Javier Vázquez. La bofetada es de dimensiones épicas, y pronto rodarán cabezas. De hecho el presentador badalonés ya ha visto cómo le cancelan el 'Cuentos Chinos' de las noches de los jueves, la antesala de lo que pasará muy pronto. Veremos si aplican el mismo baremo para el 'TardeAR' de Quintana, cosa improbable por una razón: ella y su productora son los dueños de la cadena. Un nudo mucho más difícil de deshacer y, sobre todo, mucho más caro que el experimento de Jorge Javier. Y es una lástima, porque mientras los espacios de Ana Rosa son insufribles, tendenciosos y aburridos, los de Vázquez están vivos. No son perfectos y tienen mucho que mejorar, pero intentan entretener y ser genuinos.

Vistas las cosas, la productora 'La Fábrica de la Tele' está intentando reanimar al paciente volviendo a los orígenes, es decir, emulando a 'Sálvame'. El corazón ya ocupa una franja predominante, y ha empezado el desfile de rostros marca de la casa en el plató y las conexiones con el exterior. Anoche, por ejemplo, con Belén Esteban y Lydia Lozano. Era la primera vez que se reencontraban en un programa desde que el de Badalona desapareciera semanas antes de la cancelación definitiva. Una escena curiosa, extraña, con un aire irreal, mientras explicaban cómo había ido el funeral por María Teresa Campos. A pesar del posible interés que pudiera suscitar este reencuentro, los datos han sido pésimos: repite mínimo, 6'7%. La llama se extingue. Ni el efecto Esteban lo salva. Normal que la de San Blas se esté multiplicando en otros campos empresariales, la tele es historia. Pero Belén no llora, Belén factura.

Jorge Javier Vázquez Belén Esteban Lydia Lozano Telecinco
Jorge Javier Vázquez con Belén Esteban y Lydia Lozano / Telecinco

Belén siempre ha sido un reclamo publicitario muy goloso. Ha anunciado de todo, desde sartenes a telefonía móvil pasando por el consumo de conejo. También ha puesto en marcha negocios, como el de vender gazpachos, zapatos y patatas fritas. Incluso estuvo a punto de fichar por la Kings League de Gerard Piqué, un hecho que chirría, ya que la relación entre ellos famosos no sería idílica. Pues bien, hay novedades en el currículum de la madrileña, porque desde hace unos días es la nueva incorporación de una empresa catalana especializada en el sector de la energía. No solo ha fichado como imagen, es que también tiene un papel sorprendente: cuando llamas a la compañía para informarte, la operadora que te atiende es ella. En primera persona. Cosas de la tecnología, de la famosa IA.

“Buenas tardes, bienvenidos a Crea Energía. Soy Belén Esteban”. Esta frase es la que salta si llamas al número de la compañía, que cuenta con una tarifa especial de precio reducido que han bautizado con el nombre de la estrella televisiva. “¿Perdona? Belén Esteban. ¿Quién si no?”, insiste la voz al otro lado de la línea. Durante la conversación, intenta convencer al potencial cliente de las ventajas de sumarte a la empresa, utilizando los modismos más conocidos como aquel “¿me entiendes?” tan característico. Si quieren charlar con ella, lo tienen fácil. Pero tendrán que descubrirlo.

Belén Esteban crea energía
Belén Esteban / Crea Energía