Describir lo que ayer 22 de abril de 2022 pasó en el Camp Nou es fácil y complicadísimo al mismo tiempo. Difícil porque tanta emoción hace saltar las lágrimas y paraliza el habla. Fácil porque las vibraciones, el color, la pasión y la excelencia se pueden explicar con sencillos datos. Números. Hasta el más obtuso del universo o el más malhumorado hater los pueden asimilar con rapidez. Por una parte un resultado: 5-1. Un baño en toda regla. El F.C.Barcelona Femenino se aseguró virtualmente la final de la Champions League Femenina en Turín, donde defenderá el título de 2021. Ante las azulgranas, un combinado temible: El Wolfsburgo. El otro dato, el que habla del éxtasis, es el 91.648. Un récord mundial de asistencia en un partido, el segundo en poco menos de un mes: 91.553 fieles vieron al Barça deshacerse del máxima rival futbolístico, el Real Madrid. Lo que generan las jugadoras del club culé es gigantesco, mayúsculo, como su juego y valores. Y el público responde de esta manera. Un público actual, moderno, nada tribunero y dispuesto a gritar, cantar y animar hasta la extenuación.

El espectáculo es el orgullo de Barça, pero también lo es de Catalunya y del planeta fútbol. No lo parece en determinados aficionados anclados en el pasado, con la mala sombra y el sesgo más ridículo. Uno muy concreto, del Real Madrid para más señas, exportero karateka y polemista en 'El Chiringuito' de Josep Pedrerol: Francisco Buyo. El gallego, consumido por la envidia, escribió esta sandez ruín y humillante después de aquel partido de cuartos de final de Champions entre las culés y el joven y prometedor Madrid, que acabó con 5-2: "Solo hay un equipo en el mundo capaz de batir el récord de asistencia en un encuentro de fútbol femenino. Felicidades @realmadridfem, todo esto con solo un año y medio de vida". Está muy bien animar las tuyas, faltaría más. Y estaría mejor hacerlo sin faltar al respeto. Pero eso no es el estilo del personaje, no.

El karma es el karma. Y Buyo se lo tendrá que tatuar en la piel para recordarlo en el futuro. Repitámoslo todos: 91.648. Las almas que siempre podrán decir "yo estuve allí". Muchos ya estuvieron tres semanas antes, de hecho. El huracán culé hizo recordar a todo el mundo qué es ser del Barça, especialmente a todos aquellos que lo miraban por televisión desde la distancia. Los que estaban en la gradería lo tenían muy claro. Las Alexia, Aitana, León, Guijarro, Hansen, etcétera son jugadoras excelsas, y en este ambiente directamente parecían de fantasía. Todas ellas. Incluso las lesionadas o las que se quedaron en el banquillo. Y todas ellas rindieron tributo a los aficionados, con vuelta de honor, autógrafos y un agradecimiento de corazón sincero. Incluso las rivales no se marchaban del césped a pesar de haber sufrido una derrota incontestable. Era demasiado bonito para perdérselo. Y mira, don Francisco Buyo: milagrosamente, el Madrid no estaba allí. Lo veía por la tele. Y si no lo hicieron, aquí tienen fotos:

Alexia y Barça Femenino gol Camp Nou Wolsfburgo EFE

Alexia y el Barça Femenino celebra uno de los goles en el Camp Nou ante el Wolsfburgo / EFE

Récord Camp Nou Barça Femenino EFE

Récord mundial de asistencia en el Camp Nou del Barça Femenino / EFE

Gradas llenas Camp Nou Femenino EFE

El ambiente en la gradería, increíble / EFE

Barça Femení, historia del club en el Camp Nou EFE

Barça Femenino, historia del club en el Camp Nou / EFE

La ocasión 'la pintan calva' y las bravatas de Buyo han vuelto a la vida. La retahíla de respuestas al merengón es apoteósica, pero destacaremos la de un presentador de deportes de TV3 en 'Onze', por aquello de trabajar en el mismo medio y hacerse la competencia. Xavi Valls lo destroza sin miramientos, y bajando al barro del lenguaje más coloquial, este que gusta tanto en 'El Chiringuito': "Zasca a Paco Buyo. En todo el jepeto". Lo acompaña del póster oficial del club con la histórica cifra de asistencia: récord del mundo. Brutal.

xavi valles tv3

Xavi Valls / TV3

Buyo retro @donbalon

Paco Buyo, siempre 'retro' / @donbalon

Ver al Femenino es un gozada que recordaremos siempre. La conexión, la magia, la pasión. No nos hace falta el Madrid para ser el mejor club del mundo. Con esto nos sobra. Gracias, chicas.