Ares Teixidó acumula más de 15 años de carrera periodística, llenándose este verano de trabajo en Gol TV hablando del Mundial de fútbol. El 13 de julio pondrá fin a este maratón de televisión, volviendo en principio en septiembre después de las vacaciones.
Así lo ha confirmado en una entrevista en La Vanguardia que ha aprovechado para hacer un llamamiento a los cuatro vientos lamentando cómo le han tratado los medios estos últimos meses. ¿Por qué? Recapitulemos. La catalana se vio rodeada de una gran polémica al publicarse unas fotografías suyas entrando en el edificio en el que vive David Bustamante.
La exclusiva se vendió como un auténtico bombazo, dando por hecho que era la nueva "amiga" del cantante después de separarse por sorpresa de Paula Echevarría. Los dos lo negaron rotundamente, diciéndose después que Ares habría filtrado las fotos para vender un montaje: sacando dinero y consiguiendo que se hablara de ella. Las acusaciones de trepa y montajista se multiplicaron rápidamente, quedando su imagen muy estropeada.
Pues bien, ahora que ya han pasado unos meses desde aquel terremoto mediático, ha querido explicar cómo lo vivió. Asegura tenerlo ya superado, pero ni mucho menos perdonado: "Me hace tanto daño el trato que me han dado en esta polémica... Ha sido muy machista. Todo es culpa de la mujer y nadie da la cara por una chica soltera, joven y que decide sobre su vida. Yo sentía la presión absoluta de tener que explicar a la gente con quién voy a la cama o dejo de ir a la cama. Decidí ser correcta y esta corrección me llevó a que me machacaran".
"No he sentido que nadie por la calle me maltratara como algunos medios han hecho. Un amigo que trabaja en televisión me dijo el siguiente: "Como te vean, te tratan. Si te ven mal, te maltratan; si te ven bien, te contratan". A mí no me han contratado porque me han visto mal. Hay muchos medios, no digo todos pero sí muchos, que cuanto peor te ven, más te machacan. Yo pedía perdón casi por respirar. Parece que el dolor vende, es así de cruel", afirma contundente.
Una sociedad y unos medios de comunicación machistas que le han etiquetado siempre: "Primero fui la de Gran Hermano cuando llevaba diez años trabajando en televisión, y después he sido la de Bustamante". Una situación insostenible de la que podría haber sacado mucho más jugo: "Me han ofrecido mucho dinero para explicar mi historia. De haber aceptado estaríamos haciendo esta entrevista en Las Maldivas. Nunca he aceptado y ni siquiera he dudado. Hay cosas que no se pagan con dinero".
Una conversación muy sincera en la que Ares se ha reivindicado. La periodista llega pisando fuerte y quiere dejar atrás una pesadilla que parece que se está difuminando.