Justo dos meses después de confinarnos por el coronavirus, el mundo de la crónica social se quedaba paralizada ante la noticia de la muerte de Aless Lequio, el hijo de Ana Obregón y del conde italiano, moría a causa del sarcoma de Edwing con tan solo 27 años. Desde entonces empezaba una auténtica pesadilla para la actriz y el colaborador de televisión, el luto más difícil de superar. Parece, pues, que la pareja de divorciados siempre tuvieron una muy buena relación para afrontar la enfermedad y sobre todo para gestionar juntos la pérdida de su hijo en común, pero el paso del tiempo no ha acabado de consolidar este buen entendimiento, todo lo contrario. Mientras Alessandro Lecquio procuraba volver gradualmente a la vida laboral, Ana Obregón se encargaba de cumplir todos los últimos deseos de su hijo, en un nivel extremo. Hace tan solo un año, aparecía en la portada de Lecturas con un bebé en brazos que había gestado con el esperma de su hijo difunto, era abuela y lo hacía con la única satisfacción de complacer los últimos deseos de Aless o eso aseguraba ella.

Fue desde esta decisión que Alessandro Lecquio se mostraba en desacuerdo con Ana Obregón en todo momento. Y bien, no le podía faltar más razón, llevar al mundo a un bebé con 69 años sin una figura paternal ni maternal que se pueda hacer cargo, es uno de los actos más egoístas para querer sobrepasar tu luto. Con la llegada de Ana Sandra, empezaba una batalla infinita entre Lequio y Obregón. El abuelo de la historia no quería conocer a la criatura y a la abuela no le paraban de salir nuevas polémicas detrás de la Fundación benéfica que carga. Esto daba mala espina, y todo acaba de explotar.

Ana Obregón portada hola nieta
Ana Obregón con su nieta / Revista ¡Hola!
Alessandro Lequio / Telecinco
Alessandro Lecquio hablando de Ana Obregón / Telecinco

No es la primera vez que Ana Obregón aparece por la televisión, de hecho, es uno de los personajes televisivos más comentados y con más trayectoria. Por este motivo, y a raíz del primer aniversario de su nieta, el próximo viernes estará en el plató de ¡De Viernes!,  para marcarse lo que conoceríamos como un Deluxe. En una entrevista donde repasará punto por punto su vida, la modelo destapará algunos de los capítulos más escabrosos de la enfermedad de su hijo. Pero bien, no todo serán lágrimas y compasión, Ana Obregón también se mojará con respecto a Alessandro Lecquio y va directa al punto más débil: su papel como padre en los últimos meses de su hijo. Un dardo envenenado que pretende hundirlo con unas declaraciones que han dejado a todo el mundo en 'shock'. “Cada persona gestiona las cosas emocionalmente de una manera y Alessandro estuvo ahí, vino a vernos a mi hijo y a mí a Nueva York, pero me hubiera gustado que viniera más” Empezaba fuerte, pero las siguientes declaraciones destapan una realidad que nadie se imaginaba.

 “Nosotros estuvimos casi cinco meses viviendo en el hospital con mi hijo. Alessandro le ha dado a Aless todo el cariño que necesitaba como padre, pero económicamente no me ayudó” Bomba, parece, pues, que el padre ideal ha quedado más que hundido. Conociendo al italiano y su carácter televisivo, seguro que dentro de unas horas lo veremos enrabiándose en directo. Cuando menos, Ana Obregón asegura que su figura estuvo ausente económicamente, pero hay que remarcar que los dos entornos familiares eran bien diferentes. Ana Obregón vivía sola con su hijo, del cual se hacía cargo diariamente y viajaba con él en todos los tratamientos que se fue realizando. Por otra parte, Alessandro Lecquio tenía otra familia con una mujer y otra hija, además de trabajar diariamente en un programa televisivo, por lo tanto, no vivían en las mismas condiciones.

Repetimos, esta acusación, no le gustará nada al italiano, quien siempre ha asegurado y ha demostrado públicamente sus deberes como padre. Ana Obregón soltaba esta bomba y acababa con la siguiente frase por acabar de adornar todo el |revuelo: "El tiempo pone a cada uno en su sitio" En la nueva vida de Ana Obregón, Alessandro Lecquio sol tiene lugar en sus recuerdos. Pero esta guerra no acabará aquí, el italiano ya se debe preparar para explicar la cara B de esta historia. El show acaba de empezar.