Las empresas de telefonía tienen una obsesión: llamar a cualquier hora ofreciendo nuevos servicios que nadie les pide, nuevas tarifas, TV de pago o cuberterías de plata. Son pesadas interrumpiendo la siesta, y acostumbran a contestar mal si les pides que te atiendan en catalán. La sra. Gladyss o el sr. Marcelo no saben la lengua de Salvador Espriu desde su call center donde los subcontratan. Y las mismas telefónicas tienen otra característica: como cuesta librarse. Darse de baja es una odisea que se convierte en un auténtico drama si el titular de la línea, tristemente, ha muerto. Le toca a los hijos hacerse cargo de las gestiones. El muerto al cielo y para los hijos, un infierno. Es el caso de la actriz Agnès Busquets. Su madre murió el viernes pasado.
En el Instagram de la actriz aparece con sus padres. La madre tristemente murió hace menos de una semana. Descanse en paz. La actriz es la más veterana del Polònia de TV3, está desde el principio cuando que se han ido casi todos los veteranos. Aparte de hacer de Laura Borràs, Ada Colau o Soraya, tiene una vida privada. Está aparejada con el ex presentador de TV3 y Catalunya Radio Roger de Gràcia, ahora sin programa. Tienen un hijo. Pues se ha muerto la abuela materna del crío y a la hora de gestionar todo, el entierro, el testamento, etc, lo más pesado, por incomprensiblemente difícil, es cancelar la línea de móvil. La empresa es una de las grandes, Orange:
La madre, cuando ya era mayor, compró un móvil con permanencia, el nuevo negocio, y ha muerto sin acabar la permanencia. Así que la empresa le exige a los herederos que paguen 92 euros ya ó 5 euros mensuales durante 2 años, es decir 120 euros. Una cosa es pagar el móvil, de acuerdo, pero ¿pagar la permanencia de un difunto que ya no utilizará el móvil? Parece un abuso contra los consumidores. La muerta no puede ir a la competencia, ni llamar, ni pagar, ni hacer nada. Es evidente que si mueres, tendría que extinguirse la obligación de permanencia. Pero no. Se ha informado y es necesario que envíe el certificado de defunción y que pague permanencia. ¡Va hombre va! No es por el dinero, es por dignidad y para acabar con los abusos del Ibex 35.
Muy bien hecho Agnès, contra los abusos, si es legal, denunciarlo en twitter.