Hacerse la pelota entre unos y otros es uno de los deportes favoritos en ‘Sálvame’. Y el que sabe mejor de esto es Kiko Hernández. El colaborador madrileño, que hace justo unas semanas se sometió a una operación de injerto de pelo, ha vuelto a las redes sociales -si es que algún día fue capaz de dejarlas- para mostrar su amor más profundo… a Belén Rodríguez.

Muchos al ver la frase que acompañaba la instantánea “que se entere Madrid que te quiero” pensábamos que Kiko nos estaba presentando su nueva pareja. Pero no: el tertuliano y padre de dos hijas aparece junto a Belén Ro con una gorra al más puro estilo americano en una de las avenidas principales de la capital. Nos hemos enterado: os queréis mucho… Y os encanta pelotearos.

“Dios los cría y ellos se juntan”

Este es el comentario más visto en el post del contertulio de ‘Sálvame’. Y es que la verdad es que son tal para cual. Dos liantes de la tele, que se lo pasan bien. Chulos, remolones y salaos. “Dios los cría y ellos se juntan”, comentan un par de internautas. No les falta razón. El post cuenta con centenares de comentarios como este y está a punto de sobrepasar la barrera de los 5.000 ‘Me Gusta’. Ni tan mal.

Kiko Hernández
Kiko Hernández

La amistad de ambos colaboradores es más que real. Prueba de ello es las cosas que les unen. Ambos tienen un estilo televisivo similar, basado en ser más pícaro que el de al lado, y su vida privada transcurre lo mínimo posible. Saben que ellos cobran por hablar de otros y no por ser ellos el centro de atención. Se mueven como pez en el agua y les da rédito. ¿Qué más quieren?

Aunque si en algo destacan los dos es su amor por Rocío Carrasco. Más que amor, que es lo que debe sentir Fidel Albiac, ellos sienten devoción, admiración, adulación… Díganle como quieran. Sus alegatos y arengas defensivas a favor de la mamá de Rocío Flores y ex de Antonio David Flores hicieron que en su momento, cuando Carrasco entró de lleno en el mejunje de Mediaset, hiciera migas rápidamente con ambos rostros televisivos. Dentro de Mediaset, Belén y Kiko son dos de las personas de más confianza de Rocíito. Para ella son dos tíos con los que puede contar aunque le vendaran los ojos: se tiran a los leones y la defienden a capa y espada a cualquiera que les tosa su relato. ¿Se puede pedir algo más?