Los últimos dos años no han sido fáciles para la princesa Charlène de Mónaco, quien tuvo que enfrentarse a varios problemas de salud que terminaron provocándole una crisis emocional. Ante esto, la esposa del príncipe Alberto tomó la decisión de abandonar el Palacio Grimaldi para enfocarse en su sanación, una decisión que entristeció a Alberto y a sus dos hijos, pero que alegró a Carolina de Mónaco, dado que en esta ausencia encontró la mejor oportunidad para volver a convertirse en la primera dama no oficial de Mónaco, acompañando a su hermano en todos los eventos oficiales, mientras su plan para desterrar a Charlène daba sus frutos.

Y es que no es ningún secreto que la hija mayor de Grace Kelly nunca ha querido a su cuñada, enemistad que se ha dejado entrever desde el día de su boda con Alberto II en 2011. De acuerdo con el escritor Phillippe Delorme, la boda de Charlène y Alberto no fue un evento especialmente feliz, dado que parecía un matrimonio por contrato.  “Él eligió una esposa que se parecía a su madre, y Charlène claramente se sintió muy incómoda en este papel de Grace Kelly que querían que interpretara”, afirmó el autor. Ante esto, Carolina de Mónaco se mostró realmente molesta de que Charlène, una ex deportista sin ningún vínculo con la realeza fuera comparada con su madre, por lo que ha intentado opacar la imagen de la princesa desde ese día.

Con el paso del tiempo, algunas fuentes cercanas a la princesa Charlène han asegurado que Carolina le ha hecho la vida imposible durante su estancia en el Palacio Grimaldi. Esto se confirmó cuando Charlène indicó una conversación con la prensa local que “Mónaco es un lugar poblado de tiburones y víboras”, una frase que todo el mundo interpretó como una indirecta hacia Carolina. Ahora, tras haberse cumplido un año desde su polémico regreso al Palacio monegasco, Charlène está decidida a recuperar su lugar en el Principado, desplazando nuevamente a su cuñada.

Charlène retoma su agenda oficial y deja atrás a Carolina de Mónaco

Tras su regreso, la princesa de origen sudafricano ha retomado poco a poco su agenda oficial, reuniones que han evidenciado la poca relación que existe entre ella y sus cuñadas, con las que casi no ha sido vista desde su regreso al Palacio. De hecho, como ya es habitual, Charlène no asistió a la celebración del Baile de la Rosa, un evento organizado por Carolina de Mónaco.

Además, algunos expertos han indicado que Charlène ha implementado una nueva estrategia para combatir los ataques de la hermana mayor de su marido, por lo que ha tomado la decisión de convertirse en el principal referente de moda de Mónaco, un lugar que le ha pertenecido, desde siempre, a Carolina de Mónaco y a su hija, Carlota Casiraghi. De hecho, durante su sorpresiva aparición en el desfile de Akris en la Semana de la Moda de París, fue Charlène quien deslumbró a la prensa con su innovador estilismo, opacando totalmente a su cuñada.