Hace tan solo unos días, la socialité Kim Kardashian agregó una polémica más a su larga lista de controversias que ha protagonizado desde que se convirtió en una celebridad muy influyente a nivel mundial. Durante su paso por la alfombra roja de la MET Gala, la ex de Kanye West hizo historia al usar el vestido original que llevó Marilyn Monroe el día que le cantó el “Feliz cumpleaños” al presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy; esta sería una de las últimas apariciones de la célebre actriz, dado que unos meses más tarde la hallaron muerta.

No obstante, la empresaria tuvo que someterse a una dieta extrema para perder siete kilos y poder usar este vestido que no podía ser modificado de ninguna manera debido a su valor histórico. “No he comido carbohidratos ni azúcar durante casi un mes ¡Estoy tan emocionada (…) usaba un traje sauna dos veces al día, corría en la cinta y solo comía las verduras y proteínas más limpias. No me moría de hambre, pero era una dieta muy estricta”, confesó la celebridad, generando un intenso debate en las redes sociales, dado que está promoviendo la pérdida de peso de una manera totalmente irresponsable según han afirmado expertos en nutrición.

Kim Kardashian y el vestido de Marilyn Monroe
Kim Kardashian y el vestido de Marilyn Monroe

"La vía por la que nuestro cuerpo obtiene energía es a través de estos nutrientes. Por suerte, nuestro organismo tiene una enorme capacidad de adaptación y, cuando deja de obtenerlos en la dieta, activa otro mecanismo por el cual cambia los carbohidratos por la grasa para la obtención de energía. Esto supone entrar en un estado denominado cetosis", indicó el experto Daniel Ursúa en una entrevista para “El Español”. Este régimen alimentario puede considerarse una dieta suicida debido a que, si las personas las mantienen por mucho tiempo, algunas sustancias se empiezan a acumular, alterando el PH de la sangre lo que lleva a provocar una cetoacidosis o acidosis metabólica grave, una complicación que, si no se controla a tiempo, puede provocar la muerte.

El nutricionista también aclaró que la dieta que siguió Kim Kardashian no es la misma que las dietas cetogénicas, dado que en este régimen sí se elimina considerablemente el consumo de carbohidratos, pero se compensa con alimentos ricos en grasas. Además, aseguró que seguir estas dietas tan extremas también producen efectos secundarios inmediatos, tales como: mal aliento, náuseas, mareos, fatiga, estreñimientos, cefaleas, cólicos abdominales, pérdida de músculos, arritmias e irritabilidad.  

Ursúa también explicó que estas dietas extremas, sin ninguna base o criterio médico, no van a lograr que consigas tu objetivo en tiempo récord, sino que puede causar consecuencias graves e irreversibles para la salud, por lo que no es recomendable seguir a Kim Kardashian como modelo nutricional, puesto que las personas que se someten a esta dieta forzarán su cuerpo, provocando un gran impacto metabólico y un aumento de los niveles de estrés. "Nuestro cuerpo no sabe si estamos haciendo dieta o nos estamos enfrentando a una emergencia (…) se aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria", concluyó el experto en nutrición.