Un jurado en Denver (EEUU) consideró este lunes probado que Taylor Swift fue víctima de un manoseo en 2013 por parte del locutor David Mueller, que deberá abonar la compensación simbólica de un dólar que le pedía la cantante.

El jurado también determinó que la madre de Swift, Andrea, y uno de sus representantes, Frank Bell, ambos demandados por Mueller, estaban en su derecho de informar de la agresión a la emisora en la que trabajaba el locutor (KYGO-FM) y de la que fue despedido.

 

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La semana pasada, el juez William Martínez, instructor del caso, ya desestimó la causa interpuesta por Mueller por ese mismo motivo contra la propia Swift, a la que pedía tres millones de dólares de indemnización.

El juicio que enfrentaba a Swift y Mueller duró una semana en la capital de Colorado, Denver, bajo una gran expectación mediática. Durante su testimonio, el pasado jueves, Swift dijo que Mueller le agarró prolongadamente el trasero durante un concierto en Denver en 2013.

"Fue definitivamente un manoseo, un manoseo muy largo. Fue intencional, se quedó agarrado a mi trasero. Noté como me agarraba el trasero por debajo de la falda", describió Swift.

El locutor y disyóquey lo negaba, pero el jurado lo consideró ayer probado.

 

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En un comunicado, Swift dio las gracias al juez, al jurado y a su equipo de abogados, así como a "cualquiera que se sienta silenciado por una agresión sexual". La estrella del pop reconoció su situación de privilegio en la sociedad y dijo que ahora espera ayudar a "aquellas personas cuyas voces también deben oirse", por lo que en el futuro próximo hará donaciones a organizaciones que trabajan en la defensa de víctimas de agresiones sexuales.