Este mes de septiembre que acabamos de dejar atrás, Loquillo ha publicado su último trabajo discográfico. Una revisión de sus temas más icónicos, cantada a dúo con diferentes artistas que ha conocido a lo largo de los años: Raphael, Alaska, Calamaro, Miguel Ríos, Dani Martín, Leiva, Coque Malla, Bunbury, Ramoncín... De catalanes solo hay tres, Miguel Poveda, Carlos Segarra, Manolo García. Con motivo de la promoción del disco, el de Barcelona ha concedido varias entrevistas. Hace unos días, por ejemplo, en el diario El Mundo, donde dijo que uno de sus hitos fue "llenar Las Ventas, en 2016. Llenar Las Ventas haciendo rock barcelonés, tócate los cojones. Eso fue inolvidable. Me gustaría hacer lo mismo en la Monumental de Barcelona, a la que iba mucho de niño con mi padre porque estaba delante de casa, y le he pedido al Ayuntamiento que se vuelva a abrir para conciertos, pero nada".

También marcó paquete de "llenar el Liceo de Barcelona el año pasado con un repertorio de poesía contemporánea. El insulto más grande siempre me lo ha dado la intelectualidad catalana, porque ha despreciado el rock". A Barcelona volverá a tocar el 27 de diciembre. Antes, lo hará en Barakaldo, Zaragoza, A Coruña, Gijón o Madrid. En una entrevista en La Vanguardia, le preguntan si echa de menos Barcelona, y responde que de vez en cuando vuelve a visitar a los amigos que aún tiene aquí. Sacando pecho, dice, por ser el artista que más canciones le ha dedicado a Barcelona, considera que "Barcelona comete un error desde tiempo inmemorial. ¿Por qué esa ignorancia sobre todos los personajes que forman parte de la historia cultural de la ciudad? Hay una cultura impuesta desde los 70 que desprecia la cultura pop y rock y encumbra la nova cançó y la rumba. Ya está. Es una vergüenza. Nosotros nos tuvimos que ir a Madrid para poder funcionar. Las bandas de aquella época fueron despreciadas porque igual no hubo un entendimiento a la hora de ver que Barcelona es bilingüe".

Dice que no quiere entrar en cuestiones políticas, que cantó en catalán en un disco de rock español y que él no encaja en el papel de "charnego agradecido. Me fui a San Sebastián por razones sentimentales. Yo soy hijo de una Barcelona que ya no existe. Se ha desnaturalizado". Ahora, quien ha hecho un comentario lleno de sarcasmo sobre el adiós de Loquillo a Barcelona, ha sido un icono del teatro catalán, uno de los directores teatrales más reconocidos, que ama a su país y su lengua, y que ha triunfado en Catalunya con Dagoll Dagom (solo hay que ver el enorme éxito de la nueva versión de Mar i Cel). Hablamos, evidentemente, de Joan Lluís Bozzo.


A Bozzo le han bastado muy pocas palabras para decir que "Loquillo se fue de BCN porque le llamaban Boget". Inmediatamente, alud de comentarios: "Ah, vaya, pensaba que lo de Loquillo era en leridano: Lo quillo", "Agradecido a Donostia. Ahora pasea su soberbia por allí. La suerte es que nunca me lo encuentro. Por cierto, cuando malvivió en Cataluña bien que extendió la mano, cuando fuimos nosotros quienes le compramos los discos, los conciertos y le hicimos la carretera de Collserola para que hiciera una canción", "Esto ya lo decía Cruyff: 'solo quiero jugadores que quieran estar, si no, se pueden marchar’", "Es un tipo que nunca decepciona: entrevista que le hacen, veneno contra Cataluña que escupe. A veces parece la misma entrevista reciclada", "Un respeto, una persona que hace carrera como cantante desafinando como desafina él se merece un respeto", "Intentó hacerse un hueco entre los españoles a base de decir mierda de Cataluña".