Loquillo es del Clot, Barcelona, catalán y rebelde. Una rebeldía que va contra lo que él cree: contra el procés, contra la Barcelona post-Maragall, contra los que él cree que hace falta ir. En una entrevista en El Mundo con motivo de su último disco de dúos ya avisa"El secretro de mi éxito es odiar a los que lo tienen merecido".. Este mes de septiembre publica Corazones legendarios y canta sus temas, todos de Loquillo, con voces conocidas del panorama musical y que son de su cuerda: Raphael, Alaska, Calamaro, Miguel Ríos... De todo el panorama catalán hay tres que participan de la elección y son muy conocidos, muy potentes y muy previsibles. No son Lluís Llach, Arnau Tordera y Gerard Quintana. Loquillo canta con Miguel Poveda cantaor flamenco, Carlos Segarra de Los rebeldes y Manolo García de El último de la fila. Durante la entrevista ajusta las cuentas con los artistas e intelectuales catalanes que, según él, lo han despreciado.

Loquillo contesta la pregunta del también barcelonés Carlos Segarra, que comparte generación con Loquillo (los dos tienen 64 años) pero no comparte con Loquillo su hostilidad con el catalanismo, el independentismo y Barcelona. Segarra: " ¿Cuál ha sido el hito más importante de tu carrera, musical y personalmente?" y Loquillo le responde que tres hitos, todas tienen que ver con Barcelona y a ajustar las cuentas con el mundo barcelonés y catalán por quien se siente despreciado:"Hay tres hitos. El primero fue llenar Las Ventas, en 2016. Llenar Las Ventas haciendo rock barcelonés, tócate los cojones. Eso fue inolvidable. Me gustaría hacer lo mismo en la Monumental de Barcelona, a la que iba mucho de niño con mi padre porque estaba delante de casa, y le he pedido al Ayuntamiento que se vuelva a abrir para conciertos, pero nada. El segundo, llenar el Liceo de Barcelona el año pasado con un repertorio de poesía contemporánea. El insulto más grande siempre me lo ha dado la intelectualidad catalana, porque ha despreciado el rock. Que venga este don nadie a recoger un repertorio de poesía contemporánea y lo lleve al Liceo, que está a 20 pasos del cabaret donde yo empecé en Las Ramblas, buf... Tardé casi 50 años en hacer ese recorrido del cabaret al Liceo. Es la venganza de aquel chico de El Clot. Así que, con su pan se lo coman. Y el tercer hito, y lo siento por los Estopa, pero el récord de público lo tengo yo: 120.000 personas de una tacada en el Sot del Migdia el año 89, a 1.000 pesetas de entrada". Ganaron 120 millones de pesetas en un concierto en un descampado gigantesco en Montjuic. Hoy solo hay autoescuelas.

Loquillo tiene cierta manía. Le preguntan por hitos personales y profesionales y todas implican reivindicarse contra Catalunya. La primera para triunfar en Madrid haciendo rock barcelonés, la segunda para llenar el Liceo como una venganza, dice él, a la intelectualidad catalana. Y la tercera tener más éxito que los Estopa, músicos populares, catalanes, con una carrera en castellano como él, pero infinitamente menos hostiles con su casa. Loquillo pasando facturas a los 64 años. Dice que ha visto la muerte de cerca. No quiere marcharse sin desembuchar contra los que lo han herido: "Con su pan se lo coman". No tiene traducción al catalán.