Chris Hemsworth y Elsa Pataky son una de las parejas más envidiadas del mundo. A nivel profesional, se han ganado la vida haciendo un trabajo que deslumbra, el de actor. Y sentimentalmente, porque desde que son pareja y tienen hijos siempre se han mostrado como una familia feliz, muy compenetrados el uno con el otro.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Ahora, la pareja se está construyendo una mansión hecha a medida a Byron Bay, en Australia, de donde es originario Hemsworth y donde vive la pareja huyendo del caos de Los Ángeles. El nidito de amor les ha costado -de momento-, 8 millones de euros y hace un año que empezaron a construirlo. Explica la revista Lecturas que la mansión tiene seis habitaciones, piscina, spa, sala de juegos, un cine y todos los lujos imaginables. Pero la casita está sacando de quicio a los que serán sus vecinos, que han catalogado la edificación de obscena, de centro comercial, de aeropuerto o directamente, de prisión y que no encaja con el entorno idílico.

Ciertamente, las imágenes muestran una gran edificación de cemento en un terreno de cuatro hectáreas rodeada de árboles, en una zona tranquila en la que Hemsworth espera continuar con su modus de vida: "Vivimos cerca de la playa, en contacto con la naturaleza. Los niños se pasan el día corriendo como salvajes y eso es maravilloso en este momento de su vida", explica el Thor de la ficción, que vive de alquiler con la familia mientras duran las obras de su nueva casa. Byron Bay es una zona que que se caracteriza por los restaurantes de comida orgánica. Los vecinos, por este motivo, han criticado duramente al matrimonio de actores, no sólo porque consideran horrenda la construcción, sino también porque su presencia en la zona atraerá a curiosos y encarecerá los precios. Probablemente, Hemsworth y Pataky no podrán ir nunca a los vecinos a pedir un par de tomates.