Los que tenemos la enorme suerte de haber conocido alguna vez a Carles Francino podemos constatar que aparte de ser un actor mayúsculo, es una persona maravillosa. Talentoso, guapo, simpático, buena gente, detallista y enamoradísimo de su pareja, la cantante Izah.
El intérprete, hijo del famoso locutor radiofónico del mismo nombre, y a quien hemos visto en numerosas series ("Sé quien eres, Víctor Ros, Águila roja, Bandolera, Las chicas del cable"...) hace dos años que está felizmente casado con su pareja. Y este 31 de diciembre, antes de preparar la cena de fin de año, su mujer ha hecho una cosa que le ha emocionado: como esta noche no han podido pasarla al lado de la familia por la pandemia, "este es un momento muy bonito en el que mi mujer está hablando con su abuelita porque este año no pueden pasar el fin de año juntas y le está preguntando una receta para hacer esta noche".
"Estas cosas son las bonitas", dice Francino en catalán, mientras aprovecha para enseñar las lentejas que le ha dado su madre para comer este día 1 para inaugurar el 2021 con energía.
Un momento íntimo que ha compartido en un Stories y que es una maravilla. Efectivamente: no hay nada más bonito que hablar y estar cerca de los que queremos aunque las circunstancias de estos días no nos lo permitan.