Este martes, el actor Martiño Rivas ha protagonizado una de fría y una de caliente. De muy caliente. Por una parte, algunos medios explican que lo ha dejado estar con su pareja, Kayoko Everhart, con quien salía desde hace tres años y con quien fue padre. Por ejemplo, Semana explica que "ahora su amor está hecho añicos" y que la bailarina ha iniciado una relación con quien ahora es su jefe, Joaquín de Luz, director artístico de la Compañía Nacional de Danza.

Pero ajeno a la ruptura, el intérprete de El Internado, Tres bodas de más o Las chicas del cable ha regalado a sus numerosos fans unas imágenes que nos han dejado sin respiración. Rivas es de los que cuida su cuerpo hasta el extremo de que en su panza se puede freír un huevo. Una tableta llena de abdominales, una musculatura a base de horas y horas de gimnasio y un cuerpo, sin camiseta, donde se le marca todo.

Pero no sólo lo que se le marcan son los músculos. Vestido con los habituales pantalones de chándal de color gris que ya llevaba Paco León haciendo enloquecer la red, Rivas demuestra que esta prenda de ropa está creada, no para hacer deporte, sino para alegrar el día a sus fans. Reacción inmediata: "Dios mío", "Me acabo de caer al suelo (Javier Calvo)", "Vendes jamones", "Dios santo del am,or hermosos. Dios existe y es mi amigo", "Lo tienes todo, papi", "Soy estudiante de medicina. Si quieres, repasamos los músculos".

"Tengo oblicuos, rectos y transverso. Luego, existo," dice el mismo actor. Se ha dejado de decir que también tiene otras cosas. Suerte que los pantalones grises han hablado por él.