Bobo Pulpín: El peluche que montó un restaurante

Bobo Pulpín, un pulpo humanizado de color azul, ataviado con ropa pirata y con quien podrás fotografiarte antes de entrar en el local (si lo haces al salir, después de beberte unas cervezas, te dará menos vergüenza) es la cómica y memorable manera de presentarnos una pulpería con verdadero espíritu de tasca.

Podría ser un superhéroe de la Pixar, pero no, como mínimo aún no. Bobo Pulpín, que primero fue peluche en el Bar Cañota de la calle Lleida (de los mismos dueños, los exitosos hermanos Iglesias) y que terminó dando la vuelta al mundo de la mano del equipo del Bar –se hacían fotos con él para dejar constancia de sus distintos viajes–, como en las películas, finalmente cobró vida y se transformó en una pulpería 2.0, en la que él y sus amigos son los protagonistas.

La comida de Daniel Aguilar Diaz, el chef, es tan genial como la idea. ¡Sobre todo el pulpo! En una carta “Portaventuril” en la que aparece un infantil mapamundi, se pueden elegir distintas recetas a base de pulpo, y en función del lugar del mundo los acompañamientos y las cocciones cambian.

España, a la gallega. México, con mole. Perú, rebozado y puesto entre pan con mayonesa de cilantro. Corea, con kimchi. China, con salsa agridulce. El pulpo siempre perfecto, los acompañamientos bien ejecutados. El mejor de todos es cuestión de gustos. Nuestras Estrellas Miguelín, para el gallego (12€) y el chino (9,50€).

Pero atención, si no eres amante del pulpo, también merece la pena que visites al amigo Bobo. Te lo pasarás muy bien y la carta es larga. Toca desde conceptos típicos de tasca, importados del hermano Bar Cañota, como mejillones a la marinera o tortilla de patatas con chorizo, como platos más sofisticados con influencias de otras cocinas: deliciosa pechuga de pollo con salsa de curry o el espárrago blanco con mayonesa de ají. Todo bien cocinado, muy bien presentado, y fundamentalmente rico. Los postres podrían ser algo mejores, pero démosle tiempo al equipo del Bobo, a penas llevan un mes abiertos.

Para cada plato, una vajilla especial. Y para todos ellos, un albariño delicioso, etiquetado también con Bobo Pulpín, que por 13,5 € te acompañará magníficamente por esta vuelta al mundo sobre 8 tentáculos. Si prefieres un vasito de cerveza, o una deliciosa sangría para empezar, tampoco te equivocarás. Recuerda que el espíritu es de tasca gallega.

Un local que parece pequeño desde la entrada, pero que no lo es (80 comensales), situado apenas a un minuto andando de la Catedral de Barcelona, ambientado con musica funky, lleno de sorpresas que no te dejarán indiferente. Por lo tanto, lugar animado y jovial, una tasca 2.0 que no debes perderte. Mézclate con los turistas, diviértete con amigos o incluso con hijos –buena oportunidad para que prueben alimentos distintos de forma amena y divertida– y sobre todo, disfruta de la experiencia.

Panceta en adobo

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Sábanas de panceta en adobo, puestas sobre unas barritas de pan crujiente. Sencillo. Barato 4,5€. Exquisito… y divertido. No pidas este plato en una primera cita. Comerlo es tan divertido como aparatoso ;)

Pulpo a la gallega

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Perfecta cocción de patata y pulpo. Un plato complicado para este lugar, puesto que es la referencia que todos/as tenemos en mente. Sin embargo, aquí verás la seriedad de la propuesta gastronómica.

Pulpo a la coreana

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