Septiembre del 2012, el prestigioso The New York Times destapa por primera vez los supuestos negocios irregulares de Juan Carlos y hace público que acumula una fortuna de 1.800 millones de euros de dudosa procedencia. Un escándalo que el entonces rey de España intentó silenciar con una sonada visita a la redacción, que acabó como el rosario de la aurora, con el Borbón mosqueadísimo y su dinero de origen ilícito en las portadas de la prensa internacional. Este miércoles, la periodista Sílvia Taulés y el portal Vanitatis revelan todo lo que pasó en aquel encuentro.

joan carles telefunde gtres

El rey Juan Carlos se reunió con los responsables del The New York Times en el año 2012 | GTRES

Varias semanas antes de la publicación del artículo, el palacio de la Zarzuela recibió una llamada del rotativo neoyorquino. Al otro lado del teléfono, los periodistas que elaboraban el reportaje intentaban recaudar más información. El monarca se enteró enseguida de lo que estaba ocurriendo e intentó parar el golpe. "Una estrategia que resultó ser contraproducente. Acostumbrado a tener a los medios bajo control, don Juan Carlos se topó con el periodismo de verdad", afirma el digital.

joaN CARLES SACA NINGÚN GTRES

GTRES

Juan Carlos pidió una reunión con los responsables del diario en la sede que tienen en Manhattan. Juan Luis Cebrían, fundador y exdirector de El País, y amigo personal de Arthur Sulzberger Jr., que en aquella época era el editor del The New York Times, lo montó todo. "Aquella entrevista, que salió tan mal, la organicé yo porque me lo pidió", ha recordado en alguna ocasión. Según las fuentes que han narrado la historia a Vanitatis, el rey entró en el edificio con actitud ufana y orgullosa y salió cabreado y escaldado. Con él estaban José Manuel García-Margallo, que todavía era ministro de Exteriores, y Rafael Spottorno, el jefe de la Casa Real. Durante una hora, periodistas del diario le preguntaron por los millones que presuntamente escondía, si era verdad que cobraba comisiones por los negocios que hacía en nombre de España o si controlaba los medios de comunicación españoles. Pregunta tras pregunta, Juan Carlos se enfadaba cada vez más.

rey Joan Carles Jose Manuel Garcia Margallo GTRES

Juan Carlos y José Manuel García-Margallo hablan al oído | GTRES

El emérito iba a la redacción con la idea de acoquinar periodistas, como un dictadorcillo cualquiera que viene de un país donde piensa que puede hacer lo que le dé la gana, y se marchó indignado, "amenazando a los redactores y dando un portazo que le costaría un artículo criticado entonces y rescatado ahora por todos". Las mismas fuentes aseguran a Taulés que Juan Carlos se mostró "visiblemente ofendido" y que los que estaban ahí se parten de risa cuando lo recuerdan, con el orgullo de haberlo incomodado porque "para ellos no era más que otro personaje internacional a quien enfrentarse con sus informaciones. Y su enfado no hacía más que darles la razón".

joan carles gafas|ojeras sol GTRES

GTRES

Joan Carles NYT

Cuatro días después de su poco diplomática visita, el The New York Times publicaba el artículo que se acabó convirtiendo en el principio del fin del reinado de Juan Carlos. Cuando todo aquello pasó, algunos medios de comunicación españoles aseguraron que el rey se había reunido, justo aquella semana, con los responsables del diario, para defender el prestigio de España después de que publicaran un reportaje sobre la pobreza extrema que azotaba a los ciudadanos por culpa de la crisis económica. Pero la realidad era otra. "La presencia y la cólera de Juan Carlos, que no pretendió más que defenderse a sí mismo, provocaron tanto a los responsables del medio que decidieron mandar a varios periodistas para informar sobre la crisis económica española", asegura Vanitatis en un texto que hunde todavía más la imagen de un Juan Carlos caído en desgracia.