Pese a todo lo vivido a lo largo de los años, la reina Sofía nunca ha dejado de mostrarse atenta y preocupada por Juan Carlos I. A pesar de las humillaciones y traiciones públicas, la ruptura emocional y la distancia física que los separa desde hace años, la madre de Felipe VI continúa al tanto de la evolución médica del que fue su marido, ya sea por preocupación sincera o por la herencia que le espera. Sofía ha sido una de las pocas personas que conoce con detalle el trastorno físico que más está afectando al emérito y que está deteriorando rápidamente su calidad de vida.
Aunque desde hace tiempo no conviven, la reina emérita y Juan Carlos I han mantenido cierto vínculo por el bienestar de sus hijos. Sofía ha mantenido el respeto a su todavía marido, pese a que no lo merezca, especialmente por el peso institucional que representa. Aún sin formar un matrimonio funcional desde hace décadas, Sofía ha seguido de cerca la salud del padre de sus tres hijos: Felipe, Elena y Cristina. Ellos también son parte del reducido grupo que conoce la gravedad de su situación actual. De hecho, Elena y Cristina no dejan de insistir para traer a su padre de vuelta. Su preocupación es total.

La reina Sofía, informada en todo momento del estado del rey emérito Juan Carlos I
El problema que sufre el emérito no es nuevo. Pero en los últimos años se ha agravado hasta límites preocupantes. Juan Carlos I sufre una artrosis avanzada, especialmente en la pierna izquierda, lo que ha derivado en una movilidad casi nula. El deterioro físico ha sido tan progresivo como doloroso. A pesar de haberse sometido a más de diez intervenciones quirúrgicas, incluyendo operaciones de cadera y rodilla, los tratamientos convencionales y otros más innovadores como los de medicina regenerativa no han dado resultado. Los médicos le han confirmado que no volverá a caminar con normalidad: le espera una vida en silla de ruedas, algo que él ha temido durante años.
Desde su residencia en Abu Dabi, Juan Carlos ha vivido los últimos cinco años aislado de la vida pública española. Sofía, por su parte, permanece en Madrid, en el Palacio de la Zarzuela, donde está informada en todo momento del estado de salud del emérito. Aunque no es frecuente y hace tiempo que no se da, ambos han mantenido contacto por teléfono o videollamada. En la actualidad, Sofía suele preguntar a sus hijas cuando visitan a su padre.

Sofía incluso aceptaría que volviera a vivir en Zarzuela
La reina Sofía ha expresado, incluso en privado, que aceptaría que Juan Carlos I regrese a España, concretamente a Zarzuela, si es necesario. Todo sea por el bien de la imagen de la corona y la suya propia. No quiere pasar a la historia como la mala de la película, la que murió llena de rencor. Sería, según sus palabras, su forma de cumplir con el deber familiar y moral que siempre le inculcaron.
Sin embargo, Felipe VI se opone tajantemente a este regreso. Tanto por razones políticas como personales. Sabe que está en juego el futuro reinado de la princesa Leonor y la reputación de la institución. Y en un momento en el que en el núcleo duro de la familia real se vive cierta calma, no quiere volver a poner a la casa real bajo los focos.