La reina Sofía fue una de las monarcas más adoradas dentro de los círculos monárquicos. Sin embargo, ahora ese rol ha sido asumido con gran éxito por Letizia, quien ha sido elogiada por su estilo. La madre de Felipe VI siempre ha destacado por su solidaridad y su profunda religiosidad, aspectos que comparte con su hermana, Irene de Grecia, quien ha sido un apoyo fundamental en su vida. Ambas comparten un interés por lo espiritual, son vegetarianas, practican la meditación y confían en las terapias naturales, además de sentirse atraídas por el esoterismo y lo desconocido desde temprana edad, como lo demostró Irene al expresar sus sentimientos hacia su madre cuando era apenas una niña.

Aunque en público la reina Sofía proyecta una imagen de cercanía y amabilidad, en realidad su carácter ha ido tornándose más agrio con el paso de los años. A pesar de que inicialmente no tuvo una buena relación con Letizia, hay algo que las une: sus personalidades chocantes. Se dice que la esposa de Felipe VI ha aprendido ciertos rasgos de su suegro, como su altivez. Según allegados a Sofía, la imagen angelical que muestra oculta una faceta mucho más oscura.

Infanta Cristina i Reina Sofia   EFE
Infanta Cristina i Reina Sofia EFE

La reina Sofía engaña, no la soportan 

Pilar Eyre, una figura destacada en la revelación de detalles sobre la reina Sofía, compartió algunos de ellos en su libro "La soledad de la reina", que se convirtió en uno de los más vendidos. En sus páginas, Eyre expone el aire altivo de Sofía, especialmente cuando cree que no está siendo observada. Recuerda una ocasión en el proyecto socioeducativo Naüm, donde Letizia fue protagonista. Durante un encuentro con niños y niñas del centro, una pequeña preguntó a la princesa Leonor qué quería ser de mayor, a lo que la reina interrumpió y le contestó bruscamente: "No lo que quiere ser, sino lo que debe ser".

Eyre también menciona un episodio donde Sofía corrigió a una azafata de Iberia que se refería a Elena y Cristina como "niñas", señalando que en realidad eran "infantas", lo que resaltaba la diferencia entre la Casa Real y el resto de los ciudadanos españoles.

La actitud de superioridad de la reina Sofía es común en los círculos monárquicos, reflejando una mentalidad arraigada en la tradición y el linaje real.