Hace poco más de un año un libro sacudía las librerías de España y concretamente, las estanterías de Zarzuela. La reina Letizia era la protagonista. El Adiós princesa de su primo, David Rocasolano, dibujaba a la mujer de Felipe como una persona cínica, paranoica, culpable y poco culta: "La prensa lacaya dice que mi prima es lectora voraz. Mentira, jamás lee más que los periódicos y algún best seller tipo Grisham". Si es así, la reina no leerá una nueva novela que se acaba de publicar y donde ella aparece fugazmente. El título parece escogido por Jaime Peñafiel hablando de su gran amiga: 'Cal viva', y está escrito por el periodista y guionista Daniel Serrano, con quien Letizia compartió redacción y pasillos cuando los dos coincidieron trabajando en CNN+.

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Un libro que ha presentado recientemente Pablo Iglesias y donde a la reina se la describe así: "Una figura sugerente", pero a la que le dedica algunos reproches. Su autor habla de ella como alguien que “mientras la vida de nuestra generación sigue por determinados derroteros, ella permanece al margen, en un universo extraño, ajena a la crisis, la precariedad, las convulsiones de la política, y sin embargo, constantemente acechada por turbulencias palaciegas”. El libro, que relata la confrontación entre la generación de la Transición y la del 15M, sitúa a la reina por las calles del barrio madrileño de Malasaña, quedando con las amigas y saludando al protagonista en uno de los bares donde antes se dejaba ver más en época de princesa, al lado de Felipe. Bares como 'La bicicleta' donde Letizia, en la novela, "Habló como si disparara una metralleta, igual que si no hubieran pasado cien años desde que tomásemos café en la máquina del pasillo”.

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Más descripciones de la monarca: "Ejecutando un brevísimo adiós, con la distancia física propia de quien actualmente es reina de España, siguió su camino hacia el fondo del establecimiento. La gente la miraba con la lógica curiosidad, pero a nadie se le ocurrió lanzar requiebros monárquicos ni tampoco lo contrario. El madrileñismo indie y malasañero tienes sus propias reglas de idolatría, vota a Manuela Carmena (o votaba) y sólo se sobresalta si entra una estrella del pop en la sala”. El protagonista le echa en cara a quien abandonó el periodismo para ir a Palacio:“Observé a Letizia hablándome imparable y comprobé en su rostro esa paradoja que a todos nos concierne: hacernos mayores y continuar, bajo la piel, llevando al niño o a la niña que fuimos. O al periodista meditabundo de antaño. O a la reportera locuaz que pretendía estar a la altura de sus ambiciones y vaya sí lo hizo. Es raro verla donde está”. Veremos si Letizia se lo lee. Aunque no sea de John Grisham.