Cada acto de la reina Letizia es escrutado al detalle por decenas de medios de comunicación. El traje rojo escogido para celebrar el Día Internacional de la Alimentación, 16 de octubre, en un acto en Roma ha hecho correr los habituales ríos de tinta y píxeles. Pero mientras la revista Hola o el digital Vanitatis, habitualmente amables con la Corona, optan por comentar el vestido y el moño de la reina, repetidos y poco sorprendentes, el digital Jaleos va más a saco y titula La otra cara de Letizia en Roma. No se refiere a la cara amable de la reina sino a un cambio de cara literal: la reina ha vuelto a pasar por chapa y pintura.
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Comparando dos letizias, la de París de azul del 6 de octubre y la de Roma de rojo diez días después, se aprecia un cambio en el contorno de ojos, que puede ser por el maquillaje pero para el digital Jaleos es bótox: "Así como en su viaje a París dejó entrever puntuales arrugas en el contorno de sus ojos, en esta ocasión su piel se presenta tersa y casi de porcelana. Letizia acostumbra a recibir tratamientos de belleza: bótox, vitaminas y ácido hialurónico que consume cada seis meses para así mejorar, bajo su criterio, su aspecto físico". Y, bajo su criterio, Letizia se habría pinchado bótox para lucir como "porcelana" en la cara.
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En Blau opina lo contrario, que Letizia está escarmentada de parecer una estrella de Hollywood y para un acto de la FAO contra el hambre mundial ha optado por un look de Sra Rottenmeier, la institutriz huraña de Heidi. Más adecuada y menos festiva. Así sí, Leti.