Desconocemos a qué dedica su tiempo libre la princesa Leonor, alguien a quien algunos, como el ABC, ven como alguien "superior genéticamente". Practicando vela, como su padre y sus tías, no consta. Jugando con las compañeras de escuela, tampoco. Su madre no tiene tendencia a permitir que las niñas se relacionen con otras por miedo a filtraciones y a fotografías que no controle. De momento, lo único que nos consta es que le gusta el cine de autor. Concretamente Kurosawa. Y que su película de cabecera es Los siete samuráis.
No nos extrañaría que una joven de trece años a la que visten como una niña pequeña, a la que difícilmente vemos si no es cogida de la mano de sus padres y que cuando se decide a dejarse ir y responder a las preguntas de los periodistas, su madre la corta, todavía pasara el rato jugando con muñecas. Y ahora, la hija de los reyes, tiene una nueva a añadir a la cole, después de los esperpentos perpetrados con sus padres.
La empresa rusa AFD Group hace un tiempo comercializó con la imagen de los monarcas españoles, una especie de Barbie y Kent borbónicos que se parecían como un huevo a una castaña a sus modelos originales. Los dos creadores rusos que hay detrás de la marca confesaron su fascinación por los reyes. Pero si los jugueteros tienen devoción por Felipe y Leti, no queremos ni pensar cómo deben ver a sus peores enemigos, porque los muñecos que les hicieron provocaban entre terror y risa. Una especie de Elsa de Frozen malhumorada y un galán de culebrón venezolano de barba canosa y ojos de un azul imposible. Y a partir de ahora, ya se puede jugar a papas y a mamás... y a hijas. Porque la misma empresa acaba de lanzar al mercado la muñeca Leonor:
Se tiene que reconocer que la niña les ha salido más parecida (no era difícil superar el espanto anterior). Peinadito fifi, media sonrisa permanente y blusita de color clarito como si estuviera preparada para hacer la primera comunión. Incluso, la promocionan bajo el brazo de su madre, no así del padre.
Leonor ya puede jugar con ella misma a ser reina. Veremos qué pasa con la monarquía dentro de unos años. El tiempo dirá si la única que acaba siendo reina es la muñeca.