España es, posiblemente, el país con más palmeros por metro cuadrado con respecto a la monarquía. Un país de pandereta donde hay más papistas que el Papa y donde son muchos los que hacen genuflexiones cuando ven pasar a la familia real. El servilismo con los Borbones es tan palmario que cuando los reyes van a algún acto o tienen alguna reunión, todo el mundo les regala las orejas con sus bondades y ay del que ose decir alguna palabra mal sonante en presencia de Felipe o Letizia.

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Felipe (@CasaReal)

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Letizia (@CasaReal)

Sólo hay que ver las reuniones telemáticas que les preparan a los monarcas, donde todo el mundo se llena la boca de vasallaje indisimulado. Por eso, sería impensable presenciar en España lo que ha pasado en Holanda con la reina Máxima.

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Guillermo y Máxima de Holanda con Felipe y Letizia (GTRES)

Una de las royals más próximas a la ciudadanía acaba de vivir una experiencia ciertamente incómoda, ante la cual la reina de los holandeses ha demostrado un savoir faire que ya querríamos ver algún día en los monarcas españoles. La mujer de Guillermo estaba reunida vía telemática con 100 mujeres emprendedoras en una conferencia vía Zoom. Máxima, relajada antes de que empiece la reunión, recibe la bienvenida del moderador. Y acto seguido, una de las asistentes suelta una expresión coloquial que muchos utilizan en privado, debido su alto nivel de grosería: "kut", que traducido vendría a ser como "mierda". Concretamente, la frase: “Kan het beter beeld worden? Of is het dit kutbeeld?”, es decir, "¿La imagen mejorará o seguirá siendo esta mierda?". La cara de Máxima, un poema:

Máxima da un respingo, abre los ojos como naranjas, incrédula por lo que acaba de oir, mira hacia un lado y se queda totalmente fuera de lugar. El moderador intenta disculparse ante la reina: "¿Perdón? Esto no ha pasado en esta cámara. No sé qué ha podido pasar... Alguien no tiene una imagen nítida, supongo...". Supone bien. ¿Cómo reacciona Máxima? Sonriendo y confesando un sincero: "Tengo que decir que no sé qué hacer. Perdoneme". No es difícil imaginar que la reacción airada de Letizia hubiera sido bien diferente. No ha trascendido quién ha hecho el comentario y si sigue ejerciendo su cargo allí donde esté.