Juan Carlos I quería evitar a toda costa las imágenes que se hicieron públicas de su aparición en la boda del príncipe Hussein en Jordania en compañía de la reina Sofía, y no precisamente por aparecer al lado de su todavía mujer, sino porque iba en silla de ruedas, algo que no soporta. En el funeral de Constantino de Grecia o en el premio que se le otorgó a Mario Vargas Llosa apareció con un bastón y apoyado en sus hombres de confianza. Desde hace años el emérito tiene graves problemas de movilidad que se van complicando con el paso del tiempo. Se le ha operado en varias ocasiones de la cadera.
Para atravesar los jardines de palacio, el rey necesitó silla de ruedas y asistencia. Y cada vez que necesitaba caminar por el palacio hacía uso de su bastón, del que no se separó en todo el día, y de un escolta. Cuando los reyes fueron a saludar a los novios, fue el príncipe Hussein quien se acercó a Juan Carlos para que no se tuviese que mover. Estas imágenes han despertado la preocupación por el estado de salud del exmonarca. El rey tiene 85 años y varios problemas de salud que perjudican su movilidad. Tiene dos prótesis en la cadera y una en la rodilla derecha. Como ahora ya no se encuentra en España no aparecen fotografías de él en Abu Dabi, así que no se puede conocer de primera mano su verdadero estado de salud.
Juan Carlos I ha pedido que se adapte su suite en Abu Dabi
Cuando vivía en España ya hacía uso en ocasiones de la silla de ruedas, aunque nunca en público. Solo la utilizó cuando estaba recién operado. Al exmonarca le daba mucha vergüenza verse así. Aunque Juan Carlos no quería, Felipe mandó habilitar Zarzuela para na persona minusválida. Se construyó alguna rampa en varios accesos, ascensor, y no hizo falta agrandar espacios porque ya eran suficientemente abiertos como para permitir la movilidad de la silla.
La impresionante suite en la que vive en Abu Dabi ya está suficientemente preparada para los problemas de movilidad de Juan Carlos, aunque se le ha adaptado el baño para una persona minusválida. Incluso se han hecho las puertas más grandes.
Este ha sido el declive de Juan Carlos. Ha bajado su autoestima. "No es por la intervención de rodilla… Tiene la cadera destrozada por un accidente de esquí, y la nefasta operación de hace años y la artrosis, mal de familia, lo han dejado prácticamente inmovilizado y con grandes dolores”, dijo Pilar Eyre. El rey Juan Carlos se ve como su madre, quien pasó los últimos años de vida postrada en una silla de ruedas y piensa que eso ya no es vida. “Está regular, ya se ve como su madre, que pasó sus últimos años dependiendo de los demás y sin levantarse de la silla".
La 'mini móvil' del abuelo
Una realidad contra la que ya batalló en Zarzuela: "Ha luchado como un jabato rehabilitándose sobre una camilla, pero al final se ha resignado". Cuando vivía en España acabó adaptando las instalaciones de palacio a la silla, optando por rampas para salvar las escaleras. Uan condición físcia que implicó a toda la famiia, también al servicio de Zarzuela y a Leonor y Sofía que, según Eyre, apordaoran as la silla del abuelo como la 'Mimi Móvil'.