La visita a Angola de los reyes de España se está vendiendo como un hito de la monarquía. La primera vez que un monarca español pisa el África Subsahariana, también la primera incursión en el país desde el año 1975. Una fecha curiosa y compartida: en España moría el dictador y empezaba la era de los Borbones, en Angola acababa la guerra de la independencia, un conflicto que se alargó 14 años. Felipe y Letizia (en un día muy señalado y duro, por cierto) están haciendo historia en este sentido, minipunto para ellos. Pasaron 8 horas en el avión para llegar a Luanda desde Madrid, y una vez allí fueron recibidos con honores por las máximas autoridades del país: el presidente Joao Lourenço y la primera dama Ana Afonso Dias.
Joao y Ana se han convertido en los cicerones de los monarcas españoles, que de Angola parece que tenían una idea bastante vaga y difusa. Imaginamos que los asesores de la Corona les hicieron un cursillo intensivo a bordo del avión. Costumbres, tradiciones, fechas y hechos relevantes... un kit de supervivencia para dummies en toda regla. Seguro que un tema importante, especialmente para la reina Letizia, tenía que ver con el clima local. Pasar del frío de Madrid al calor de Angola es un cambio radical. Por eso preparó la maleta a conciencia, incluso cambiándose de ropa en la aeronave antes de tocar tierra. Guardó el abrigo, las botas y los pantalones y se puso mucho más fresquita y veraniega. No ha sido el único cambio repentino de indumentaria que hemos visto a lo largo de las últimas horas. El último momento Clark Kent-Superman, esta misma tarde durante una recepción solemne.
FELIPE Y LETIZIA EN EL AEROPUERTO DE MADRID:
FELIPE Y LETIZIA EN EL AEROPUERTO DE LUANDA:
Una molesta situación provoca un cambio de ropa repentino de la reina de España: la ignoraron
Una situación provocada por un detalle molesto, incómodo, desagradable. Y lo que es peor: que no tenía solución, o cuando menos sus anfitriones no resolvieron. De hecho, la ignoraron. Letizia ha lucido este martes un vestido de lunares que la prensa cortesana celebra como "muy español", flamenca y tal. Fantástico. Con este look recibía una medalla conmemorativa, de la misma manera que su marido Felipe. Un Felipe al que le es lo mismo visitar el Polo Norte o el mismísimo infierno: siempre lleva el mismo aspecto, aburrido, viejuno, gris e insípido. Todo lo contrario que su esposa, que siempre marca diferencias a través de la moda, nunca en otros aspectos más humanos y naturales como la reina Màxima de Holanda. Pues bien, de repente, zas, hemos visto cómo la consorte se cambiaba de ropa repentinamente. Se tapaba con un jersey, tenía frío. A 29 grados a la sombra. Parece ser que tenían el aire acondicionado en modo criogenización.
Los gestos de frío polar de Letizia en un país a 29 grados a la sombra: aire acondicionado a todo trapo
Una de dos: o el ruego de la consorte para apagar el sistema de refrigeración se lo han pasado por el arco de triunfo, o Letizia, una vez más, la pifiaba con su equipaje. No iba bien preparada, como le pasó antes de despegar por culpa de no llevar unas gafas de sol. La razón por la que vivimos un festival de muecas extrañas y gestos poco patriotas mientras escuchaba el himno nacional en Barajas. Vete a saber si el jersey con el que se cubría el cuerpo, haciendo señales clarísimas de estar helándose en su silla, era de alguna ayudante o miembro de su séquito. Todo podría ser. El resultado en todo caso es inmutable: Letizia rescatada de las frigorías angoleñas y de una pulmonía garantizada.
LETIZIA ANTES DE CONGELARSE EN UNA ANGOLA A 29 GRADOS:
LETIZIA TAPÁNDOSE COMO PUEDE POR EL AIRE ACONDICIONADO:
La maleta de la reina, como la canción de Marisol: una tómbola.