Esta mañana de sábado, Felipe ha vuelto a jurar bandera. El monarca ha vuelto a rendir homenaje a la rojigualda, besándola 40 años después de haberlo hecho por primera vez, y acompañado de los compañeros de promoción con respecto a su formación militar. El Patio de Armas de la academia militar de Zaragoza donde ahora está su hija ha vestido las mejores galas para hacer el habitual paripé marcial que tanto les gusta a los Borbones. Tufo de naftalina, y reencuentro no solo del monarca con sus excompañeros, sino también con su hija, acompañado de su mujer Letizia.

Felipe y Letizia han podido reencontrarse con la princesa, una Leonor que está acabando la formación en este centro de Zaragoza y que hoy ha vuelto a lucir sus mejores galas, como hizo ella cuando fue quien protagonizó la jura de bandera.

Una Leonor que ha sido protagonista involuntaria al inicio de la ceremonia. Básicamente porque nadie sabía dónde estaba, quién era y cómo distinguirla. Los medios desplazados, así lo explica Vanitatis, han vivido unos momentos de incertidumbre con respecto a localizar a la heredera en medio del resto de cadetes: "cuando los alumnos de la Academia General de Zaragoza han aparecido en el patio para formar, la pregunta que más se hacían los periodistas era: '¿Dónde está Leonor?'. '¿Es esa o es aquella?'. Momentos de desconcierto. Ninguna de las candidatas parecía encajar: unas eran demasiado altas, otras demasiado morenas".

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Leonor en la jura de bandera de Felipe / GTRES
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Leonor en la jura de bandera de Felipe / GTRES

La sorpresa con la hija mayor de los reyes no acaba aquí. Un momento curioso y peculiar se ha vivido antes de comparecer en el patio para dar el pistoletazo de salida al acto: "los cánticos alegres de los cadetes se oían en todo el lugar. Entre ellos la princesa Leonor que, como una más, entonaba las letras sobre el orgullo de pertenecer al ejército, los sacrificios que se llevan a cabo y el amor por España"... Leonor cantando sobre sacrificios... qué jeta llegan a tener los Borbones...