La princesa está triste, qué tendrá la princesa. Estos versos de Rubén Darío haría falta cambiarlos por El rey emérito está triste, qué tendrá el rey emérito... Y lo que tiene el rey emérito es una jeta que se la pisa. Ahora resulta que Juan Carlos, después de llenarse los bolsillos a manos llenas, después de toda una vida dedicada a satisfacer las pulsiones de su bragueta, después de cachondearse de todo quisqui, creyendo que estaba por encima del bien y del mal, ahora resulta que está hundido y que se siente como en una prisión. Y su depresión tiene que ver con una fecha que se acerca. 3 de agosto. Este es el día que Juan Carlos hará dos años que se marchó con el rabo entre las piernas hacia Abu Dhabi. Cuando llegue el día, su mujer Sofía ya hará unos cuantos que paseará tan feliz de la vida por Mallorca, como su hijo Felipe, su nuera Letizia y sus nietas Leonor y Sofía. Todos tan tranquilos y él, pobrecito, a 45 grados sin casi salir de la habitación del hotel, con un exterior con sensación térmica de 53 grados y 44% de humedad.

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La familia real, en Palma, hace dos años / GTRES

La gran Pilar Eyre, quién si no, revela en su imprescindible artículo semanal en la revista Lecturas que el monarca está pasando por su peor momento, si no físico, sí moral, desde que se marchó de España. Y da las claves. Dice que "más que vivir, vegeta, porque me dicen que está con el ánimo por los suelos". Y la periodista y escritora plantea una posibilidad más que real que sería verdaderamente sorprendente: "Ya no le parece tan descabellado redimirse de su triste suerte pidiendo disculpas a los españoles por su comportamiento". Juancar sufre y Sofía, tan pancha: "El 3 de agosto, sentada en el sombreado porche, con el delicioso aroma de los pinos y los limoneros, acunada por el canto de las cigarras y degustando la bollería recién horneada que le llevan todas las mañanas, Sofía tendrá quizás un leve recuerdo para su marido, que vive a cinco mil kilómetros y doce horas en avión desde allí, en medio del desierto". La venganza es un plato que se sirve frío... O a 45 grados.

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Juan Carlos

Explica Eyre que a pesar del aire acondicionado, el Borbón ni sale al exterior por la solana que cae, y encerrado entre cuatro paredes todo el día, la depresión se ha hecho con él. Pregunta a sus próximos cómo se encuentra. Y la respuesta hace sufrir a los juancarlistas: “Lo que es la salud física, bien..., pero de moral está auténticamente hundido, este aniversario es mortal para él. Su venida a España en mayo ha sido demoledora, y las consecuencias, durísimas". ¿Por qué? Por la bronca durante la última visita del emérito a Galicia, haciéndose en mil hombres cuando los periodistas le preguntaron si pediría disculpas y él: "¿Disculpas de qué"?. Se ve que Felipe hervía de la rabia por la arrogancia de papi: "Esa risotada molestó a su hijo, que hace tiempo tiene la esperanza de que el padre reconozca sus errores y pida perdón públicamente. Y del viaje se pasó a los comportamientos pasados, con reproches mutuos, y a los comentarios que Juan Carlos ha estado filtrando estos dos años de exilio a través de sus amigos, en los que el hijo y la nuera quedan como los malos de la película".

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Juan Carlos / GTRES

Bronca con el hijo, con la mujer y la nuera ni habló y a las nietas ni les vio el pelo. Volvió a Abu Dhabi "en unas condiciones anímicas terribles. ¡Del país árabe había salido cinco días antes un hombre cargado de ilusiones y planes y regresó un ser derrotado!". ¿Consecuencia?: "Está muy solo y con mucho tiempo para pensar y desesperarse. Desde niño Juan Carlos se ha visto afectado por crisis melancólicas que alterna con estados de ira".  Revela que tan pronto como se puede echar a llorar por un recuerdo de infancia como un minuto después, "arrancar un teléfono de la pared y tirarlo al suelo porque alguien ha cometido una incorrección". Juan Carlos, con tiempo para pensar en pedir perdón... y en la muerte: "A veces, dice con amargura, como hacía su abuelo en el exilio romano: 'Ahora solo me queda morirme'"...  Antes de que lo haga, sería bueno que pidiera disculpas. A muchos no nos serviría de nada lo que este personaje pueda decir, pero seguro que Felipe se lo agradecería... Claro está que mirándolo bien, quizás eso hará que se niegue todavía más.