Pilar Eyre ha relatado en su blog de Lecturas la emoción que vivió el rey emérito al enterarse del accidente de Ángel Nieto. Una desesperación que llevó a Juan Carlos I a llamar a su médico de confianza de madrugada para pedirle que fuera a Ibiza a ver al piloto, a quien unía una fuerte amistad.

"Necesito que me hagas un favor, querría que fueras a visitar a un amigo. Ángel Nieto está muy mal... A ver si puedes hacer alguna cosa por él". Esta sería la primera vez que el médico le vería emocionado: "Está bien atendido, pero hazlo por mí, por favor, y por su familia", lo habría pedido.

Al visitarlo, llamó el rey para tranquilizarlo asegurando que el tratamiento era el adecuado y que todo iría bien si no había ninguna complicación inesperada. Ante eso, Juan Carlos se lo habría agradecido risueño: "Ya sabía yo que este chico iba a conseguirlo". Pero unas horas más tarde, se produjeron aquellas complicaciones y el piloto acabó muriendo.

"Don Juan Carlos empezó a llorar como un niño. Él, que no lo hace nunca, aquella noche lloró con lágrimas antiguas, de aquellas que no se han vertido nunca," asegura Eyre. Un hecho trágico después del que se marcharía a navegar silenciosamente siguiendo el relato de la periodista.

Una golpe duro para el rey emérito, mientras se relaja en Galicia con unos amigos lejos de la familia.