Todas las noticias relacionadas con Irene Urdangarin resultan ser una serie de engaños tras otro. Se tenía planeado que la joven asistiera a la prestigiosa y lujosa Universidad de Lausana, en Ginebra, una de las instituciones académicas más destacadas a nivel mundial. Tenía la intención de estudiar Administración y Dirección Hotelera, pero sus planes se vieron trastocados por completo al no lograr superar los rigurosos exámenes de ingreso. Esta universidad tiene un número muy limitado de plazas y solo acepta a los estudiantes más destacados para mantener su alto nivel académico. Para poder ser admitidos, los aspirantes deben someterse a una serie de pruebas, además de completar dos semanas de prácticas en el sector de su carrera elegida. La hija de Cristina e Iñaki realizó sus prácticas en un hotel en Ginebra donde el ex rey Juan Carlos es conocido. Al no lograr pasar las pruebas de admisión, la infanta la inscribió solo porque tuvo que pagar los 500 euros de la tarifa de inscripción.
Aunque la infanta Cristina ha negado estas afirmaciones, es notable que este año, coincidentemente, Irene se tomó un año sabático para reflexionar sobre su futuro. Esto parece ser una manera de mantenerse ocupada y una excusa para justificar que no es tan brillante académicamente como se ha afirmado anteriormente. Algunos compañeros de clase de Irene, durante sus estudios de bachillerato internacional, afirman que sus últimos dos años fueron bastante difíciles y que parecía carecer de enfoque. Este bajo rendimiento académico se atribuye a la difícil situación de sus padres, quienes habían anunciado su divorcio.
Irene no quiere ver a Iñaki Urdangarin por culpa de Ainhoa Armentia
Con el divorcio de Iñaki Urdangarin y Cristina el rendimiento de la joven bajo, pero también empeoró su comportamiento. Sucedió algo similar con Juan Urdangarin cuando su padre ingresó en prisión por el caso Nóos y toda la familia recibía insultos por la calle. Se ha vuelto una joven muy rebelde, y desde que tiene 18 años desafía incluso a su madre, no hay quien la frene. Y es que su madre está completamente sola porque la imagen paterna ha desaparecido por completo. El exjugador de balonmano se ha desentendido completamente de sus hijos y encima quiere que sienten algún cariño hacia él.
Irene Urdangarin no puede ver a su padre, intenta evitarlo si es posible. Están totalmente distanciados. Desde que se celebró su graduación en junio del año pasado prácticamente no se han vuelto a ver. La benjamina de la familia culpa al exduque de Palma de todos los males de la familia y del daño que ha hecho a Cristina. Ella ha vivido estos dos últimos años con su madre y la ha visto llorar y sufrir. Pero quien se lleva toda la culpa según la joven es Ainhoa Armentia, una mujer que no quiere ni conocer. Ha hecho mucho daño a toda la familia. Entre su familia y amigos habla muy mal de ella, la llama “muerta de hambre”, “aprovechada”, entre otros descalificativos.
