El pasado 5 de enero, el rey emérito Juan Carlos I celebró su 86 cumpleaños en Abu Dabi, en una fiesta en la que estuvo rodeado de varios miembros de su familia y de muchos allegados. Fue un evento multitudinario al que acudieron más de un centenar de personas. Entre otras, Pedro Campos, el presidente del Manchester City, Khaldoon Al Mubarak; la empresaria Alicia Koplowitz y el exjefe de la Casa Real Fernando Almansa.
De su familia, estuvieron presentes sus hijas, las infantas Elena y Cristina, así como algunos de sus nietos. Concretamente, Froilán, Victoria Federica, Pablo e Irene Urdangarin. Una fiesta en cuya organización participó muy activamente la infanta Elena. Ella, bajo la supervisión de Juan Carlos, se encargó de contactar con los invitados.
La infanta Elena manda un mensaje a la reina Letizia con las fotos del cumpleaños de Juan Carlos I
Cuentan que, en este cometido, la infanta mandó invitaciones a diestro y siniestro, sin importar la cercanía con el emérito. El objetivo era reunir el mayor número de personas posible para demostrar al mundo (y al núcleo duro de la familia real) que Juan Carlos todavía cuenta con un gran apoyo en la sociedad. Sobre todo de cara a la reina Letizia, recientemente envuelta en el escándalo que la relaciona con Jaime del Burgo, su ex cuñado, en varias etapas de su vida, incluidas algunas en las que ya estaba con el rey Felipe VI. En otras palabras, era un mensaje a la consorte de que Juan Carlos, a quien ‘echó’ de la Zarzuela, sigue teniendo mucho poder.
Pero no hubo suficiente con reunir a más de 100 personas alrededor de Juan Carlos. Y es que habría sido la infanta la que ha filtrado las fotos de la fiesta la revista ¡HOLA! para que las publicase en portada, tal y como ha hecho en su última edición. Unas imágenes en las que se ve a un Juan Carlos I muy feliz rodeado de los suyos, y en las que se ve a todo el mundo sonriendo y pasándolo en grande.

Unas filtraciones que, sin embargo, no quería Juan Carlos. El emérito prefiere mantener un perfil discreto de perfil bajo. Es así como ha conseguido poder volver a España cuando le ha apetecido. Y no quiere que revuelos de este tipo generen controversias que le hagan volver al punto de partida. La infanta, en cambio, aunque fuera traicionar los deseos de su padre, prefirió mandar un mensaje a la reina Letizia.