Froilán y Victoria Federica, los hijos de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, se han convertido en verdaderos starlets del panorama de celebrities españolas. Ahora bien, ninguno de ellos son noticia por desempeñar tareas altruistas, ni por ser grandes estudiantes, ni siquiera por pasar desapercibidos. Este no es su estilo. Los hermanitos ocupan portadas por su vida nocturna, por| hábitos poco recomendables, por no desperdiciar ninguna ocasión para salir de fiesta y 'liarla parda'. Bien, ¿qué se podría esperar de estas criaturas, teniendo sus antecedentes familiares? Lo que sería realmente sorprendente es que inventaran la cura del cáncer o encontraran la solución al cambio climático. Cosa imposible, cuando pasas los días en los toros y las noches en la discoteca. Incluso con el abuelo en el hospital. Una 'vidorra' de la que no sacarán más provecho que un buen jolgorio, aunque parece que tampoco les preocupe mucho. Eso sí, hay una persona de la estirpe borbónica que sufre y mucho por las peripecias de su progenie: la Infanta Elena, a la que le están cayendo los años de 10 en 10.
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Elena (que tampoco ha sido nunca la alegría de la huerta) ha sorprendido a la opinión pública por su aspecto físico, inmortalizado por las agencias de fotoperiodismo en la entrada del funeral de Carmen López Oleaga, madre de Míriam Ungría, una joyera española que estuvo casada con Kardam de Bulgaria. Comprensiblemente seria para la ocasión, sí, pero envejecidísima y sin maquillar, cosa que contrasta con el resto de asistentes (incluida la familia de la fallecida), que si se arreglaron para la cita.
Infanta Elena funeral GTres
Parece que a la hija de Juan Carlos y hermana del rey Felipe los disgustos familiares le están pasando factura.