Los conflictos entre la familia real y los duques de Sussex continúan, y en esta oportunidad vuelven a ocupar los titulares de la prensa, porque el príncipe Harry ha pedido una amnistía para que Carlos III vea a sus nietos, Archie y Lilibet, siempre y cuando sea acompañado por su esposa Meghan Markle. Desde hace meses se ha especulado que el rey tiene el interés de reunir a su familia y limar asperezas con su hijo menor, sin embargo, no tiene las mismas intenciones con su nuera. En diversas oportunidades ha trascendido que el monarca tiene el deseo de ver sus nietos, y por ello está dispuesto a abrir las puertas del Palacio de Buckingham y regresar sus derechos dinásticos al príncipe, siempre y cuando deje a un lado a su esposa.

La propuesta no ha sido del agrado de su hijo, quien parece también querer mejorar la relación con su familia, pero sin excluir a Meghan Markle de sus planes. Por ese motivo decidió pedirle a su padre una amnistía para su mujer y así poder viajar con todos a Londres y visitar a su familia real. Con todos los conflictos que han experimentado los Windsor y la ex actriz, es difícil saber cuál será la decisión de Carlos. Recordemos que la mayoría de los miembros de la Casa Real le atribuyen a Meghan Markle la responsabilidad de la salida de Harry de su núcleo, así como las duras declaraciones que surgieron sobre ellos posteriormente.

La difícil relación entre Carlos III y Meghan Markle

Las tensiones entre la duquesa y el rey existen desde hace años. Esta situación se remonta a la época del noviazgo de la pareja, cuando Meghan Markle no fue aprobada por la familia del príncipe porque era una mujer divorciada, no pertenecía a la aristocracia y que venía de un bajo estrato social. Los problemas de la actriz de ‘Suits’ y la familia real se agravaron tras la boda de la pareja en 2018. En aquella época la mujer fue acusada de ser demasiado exigente y de no querer adaptarse a las costumbres de la familia real. En 2020, los duques de Sussex anunciaron su decisión de renunciar a sus deberes reales y mudarse a California. Pero eso no fue todo, durante una entrevista con Oprah Winfrey en 2021, Meghan Markle acusó a miembros de la familia real de racismo y de haberla hecho sentir insegura durante su embarazo. Las acusaciones provocaron un escándalo en el Reino Unido y una crisis de imagen de los Windsor, algo que hasta el día de hoy les ha costado mejorar.

Cartas entre Meghan Markle y Carlos III

Según el sitio web de Pulzo, el medio inglés The Telegraph reconoció que hace unos años, hubo unas cartas en las que la duquesa y el príncipe de Gales, Carlos III, intercambiaron posturas sobre los “comentarios racistas” que recibió Archie, incluso antes de nacer. Las misivas entre Meghan Markle y Carlos III se intercambiaron para revelar quién fue el que hizo el comentario y dejar claro que las cosas se malinterpretaron, pues el tema sobre el color de piel de Archie no fue con la intención de despreciar al pequeño. Sin embargo, esto no fue suficiente para mejorar la relación entre ambos.