Primer gran batacazo internacional de Carlos III como rey de Inglaterra. El monarca tiene la agenda plena de visitas y encuentros oficiales hasta el día 6 de mayo, la fecha de la coronación solemne. Una gira que este próximo fin de semana tenía que llevar al hijo de la difunta Isabel II a la vecina y republicana Francia. Unos ideales que no habían supuesto ningún obstáculo para recibirlo con honores en la capital francesa, con Emmanuel Macron como gran anfitrión. El presidente siente fascinación por la corona, a veces dudamos si querría una para él solo: la cena privada y de machos que ofreció al fugado Juan Carlos y al escritor Mario Vargas Llosa es el mejor ejemplo. Si al emérito español le hizo mimos, ¿qué no haría por Carlos III? Pues he aquí que a Emmanuel le ha salido el tiro por la culata.

Entre los diferentes actos previstos a partir del domingo, destacaban dos momentos: el paro en el Palacio del Eliseo y un banquete en Versalles en honor a Carlos y a Camila al día siguiente. Pero los acontecimientos y la revuelta popular que se está viviendo en las calles de Francia han tumbado las intenciones del mandatario y de la Casa de Windsor. Las protestas por la reforma de la Ley de jubilación, que aumenta la edad de los 62 a los 64 años, están haciendo arder el país de punta a punta. Los efectivos policiales empiezan a no obedecer las órdenes gubernamentales, el clima es incontenible y la escalada de la tensión imparable. No está el país, ni sobre todo sus ciudadanos, para hacerle la pelota a ricos, poderosos y privilegiados de sangre azul.

Emmanuel Macron escéptico EFE
Emmanuel Macron / EFE

Los trabajadores de Macron le dicen "no" a recibir a Carlos III

Los planes del gobierno francés y de la expedición real inglesa se han empezado a tambalear desde las propias entrañas del palacio presidencial. Sus trabajadores se han plantado y no acatarán las órdenes directas del jefe Macron. Una muy concreta y llena de simbolismo: de poner la alfombra roja a King Charles, ni hablar. La periodista y especialista en protocolo Patrycia Centeno lo explica con ironía en un tuit: "Le han dicho a Macron que la despliegue él". No vemos a Emmanuel arremangándose la camisa y haciendo el trabajo de los operarios públicos, así que o el rey de Inglaterra se conformaba con pisar las piedrecitas de los accesos al Eliseo, o a alguien le tocaría cargarlo en su espalda hasta la puerta.

Las revueltas populares en Francia achantan a la Casa de Windsor, visita cancelada

El golpe definitivo, sin embargo, ha llegado más tarde: Macron y su equipo se sienten desbordados y no pueden garantizar la seguridad de sus invitados reales. Las calles son un polvorín, llenas de basura, de fuegos, de coches destrozados, de manifestaciones nada liristas. "La cena entre Carlos III y Emmanuel Macron no podrá celebrarse en Versalles", anunciaba un portavoz oficial. Ambos gobiernos habían llegado a la decisión de suspender la visita para evitar sustos. En un principio mantenían la esperanza de cambiar la ubicación del festín y los actos protocolarios, pero ni así. Fuera. El primer viaje de Carlos III al país vecino tendrá que esperar, la guillotina siempre está al acecho. Un souvenir que no gusta en Buckingham. Mejor humillado sin entrar que salir de aquella manera.

Carlos III GTRES
Carlos III / GTRES

La resistencia antimonárquica francesa ha vuelto en el momento más inesperado. Vive la France.