El rey emérito Juan Carlos I, aislado desde hace años en Abu Dabi, parece decidido a actuar por libre, sin medir el daño institucional que sus acciones provocan. En cuestión de días, ha interpuesto demandas contra el expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla y contra su examante Corinna Larsen, además de confirmar que publicará sus memorias, en las que se espera que desvele detalles incómodos para la familia real.

Juan Carlos I

Felipe VI pide a Juan Carlos I respeto para su madre, la reina Sofía

Un descontrol que ha llevado a Felipe VI a tomar medidas. El monarca le ha pedido a su padre que detenga esta deriva mediática. En otras ocasiones, los argumentos del rey han girado en torno a la institución. Algo que, sin embargo, ya no importa a Juan Carlos. A estas alturas no piensa dar marcha atrás. Su imagen ya se ha deteriorado suficiente y, expulsado de la casa real, no tiene nada que perder.

En este contexto, Felipe ha intentado tocar hueso metiendo de por medio a la reina Sofía. El rey ha suplicado al exmonarca que frene por respeto a su madre. Sofía lleva muchos años sufriendo por las humillaciones públicas constantes a las que ha sido expuesta por su todavía marido con las más de 5.000 amantes que se le atribuyen, algunas de ellas confirmadas con nombre y apellido.  Y teme que todas estas apuñaladas terminen en una tragedia silenciosa.

Felipe VI y la reina Sofía

Juan Carlos I no dará marcha atrás

Arrastrar a los tribunales a una de estas amantes es la gota que colma el vaso. Sofía, siempre discreta y leal a la institución, se encuentra ahora hundida y sola. Pilar Eyre, experta en la monarquía que ha descrito el comportamiento del emérito como “egoísta, egocéntrico y machista”, reveló que la reina Sofía no come, no duerme y llora todos los días.

La discusión entre padre e hijo fue dura y sin filtro. Felipe habría acusado a su padre de actuar por venganza, mientras que Juan Carlos habría respondido que ya no tiene nada que perder y que está cansado de ser el chivo expiatorio de una familia que, según él, le ha dado la espalda. Y ha dejado claro que no piensa recular.