Amor, manipulaciones, y unas fotos comprometedoras que llevaron la relación al traste. Así se puede resumir una de las relaciones de Felipe VI cuando todavía era príncipe y que más dio de qué hablar en su momento.  

Es habitual que en las monarquías, los herederos al trono estén influenciados a la hora de elegir a sus parejas. Felipe VI, con su historia de amor con Letizia Ortiz, desafió todas las normas. Aunque Letizia no venía de la realeza, Felipe estaba decidido a casarse con ella, y si sus padres no aceptaban su elección, estaba dispuesto a renunciar al trono. 

La rebeldía de Felipe podría venir de las influencias que había recibido en sus anteriores relaciones y que le obligaron a renunciar a una mujer que se postulaba para ser el amor de su vida. La relación prometía mucho. Estamos hablando de Eva Sannum, de la que, según José Apezarena, autor del libro 'Los hombres de Felipe VI', Felipe estaba profundamente enamorado.  

Deslizan que la casa real pagó para borrar a Eva Sannum del mapa 

Sin embargo, su relación con Eva llegó a su fin debido a las manipulaciones de su padre, el entonces rey Juan Carlos I. La versión de los hechos de Jaime Peñafiel, el reconocido periodista especializado en la casa real, sugiere que las altas esferas de la realeza podría haber hecho desaparecer a Eva Sannum con un pago para que dejara de ser parte de la vida del príncipe heredero. A mí me gustaría saber si se le pagó a Eva Sannum o no para que desapareciera. Eso sólo lo sabe Fernando Almansa, a quien le tocó lidiar con este asunto, porque don Juan Carlos no tuvo el valor de enfrentarse a su hijo. Entre otras razones, porque moralmente no podía impedirle que se casara con quien él quisiera", indicó el periodista en una entrevista. 

Eva Sannum y Felipe
Eva Sannum y Felipe

Fotos comprometidas detrozan su reputación  la relación 

Aunque no sabemos si realmente se hizo un pago, lo que sí está claro es que hubo una campaña en su contra que ejerció una gran presión sobre la relación. José Apezarena explica que Felipe quería presentar a Eva a los españoles poco a poco, ya que estaba convencido de que podría convertirse en reina. Sin embargo, Eva era extranjera, no estaba al tanto de la situación de España y, además, no era católica. En otras palabras, no era del gusto del entonces rey Juan Carlos I. Como si no tuviera suficiente con ocuparse de sus amantes, también quería ocuparse de las de su hijo. 

El golpe más duro para su relación vino cuando unas fotos de Eva posando como modelo de lencería salieron a la luz. Esto desató una oleada de críticas y escándalos que la llevaron al fracaso. Apezarena comenta que se publicaron artículos en su contra, promovidos desde círculos cercanos al palacio real, y se llevaron a cabo encuestas que mostraban una opinión negativa sobre Eva. Todo esto jugó en su contra, y finalmente, Felipe se vio obligado a romper la relación.