Que los Borbones se ríen de la ciudadanía ha quedado demostrado sobradamente a lo largo de los años. Y ahora, una nueva muestra. Con Juan Carlos protagonizando una escandalosa huida, el resto de la familia continúa como si nada. La reina Sofía, de compras por el Corte Inglés con su hermana, la reina Letizia preparando las maletas antes de aterrizar con sus hijas en Palma para pasar las vacaciones. Y Felipe, callando de manera miserable, sin tener la mínima decencia de dirigirse al país y dar algunas explicaciones.

Joan Carles Felip EP

Juan Carlos y Felipe (Europa Press)

Él, a lo suyo, continúa con el hermetismo característico de la Corona, haciendo como si nada y continuando con su agenda oficial. Pero claro está, con toda la opacidad que demuestran, alguien le tendría que decir que se tapara un poco y que como mínimo, tenga una actitud haciendo ver que la situación le incomoda, que es grave o que no está para bromitas. Pero ni eso. La agenda hoy le deparaba una audiencia con el Ministro de Relaciones Exteriores de la República Oriental de Uruguay, Francisco Bustillo Bonasso. Y Felipe le ha ido a recibir riendo, haciendo bromitas sobre cómo se tenían que saludar mientras su interlocutor se abonaba y empezaba a mover los codos de manera ridícula antes de darle unos golpecitos en la espalda como si fueran dos amigos que se reencuentran de fiesta:

 

Haciéndose bromas sobre cómo saludarse... esta es la imagen grotesca de la monarquía española: