La primera acción judicial de un rey para defender su honor, la demanda de Juan Carlos contra Miguel Ángel Revilla por unas declaraciones en El hormiguero. causó primero sorpresa, después interés y con el paso de los días preocupación, no por Revilla, que según todas las fuentes jurídicas consultadas ganará el caso, sino preocupación por el estado de salud mental del emérito. Ya sonaba extraño que de todo lo que se ha publicado de la vida sentimental y económica del anterior rey, solo le preocupe un diputado raso del Parlamento de Cantabria. El entorno lo resuelve con un "Por alguien había que empezar" pero la estrategia es suicida. Revilla no dijo nada que no haya sido dicho mil y una veces y con este material los abogados del emérito saben que perderán. Hay preocupación en el equipo legal de Juan Carlos porque sospechan que su cliente chochea.

Juan Carlos se hace llevar de regatas, GTRES

La corte de Juan Carlos en Sanxenxo, cuatro amiguetes de provincias, le están haciendo un "Good bye Lenin", la película donde quieren hacerle creer a una mujer alemana al salir del coma que el Muro de Berlín no ha caído y sigue habiendo una Alemania comunista. En Galicia cogen al rey con una grúa para colocarlo en las embarcaciones para hacer regatas, le hacen creer que gobierna la nave, le hacen creer que derrota a todos los adversarios y le hacen creer que los españoles están encantados con él. Y él vive una realidad paralela. Así que ahora que los abogados le desaconsejan ir contra Revilla la reacción de Juan Carlos ha sido airada, según Monarquía confidencial.

Miguel Ángel Revilla, acto de conciliación en Santander / EFE

El digital afín a Juan Carlos publica "El objetivo priorirario de Juan Carlos es mantener su reputación intacta (sic), como un pilar de lo que considera su verdadera misión: ser recordado con respeto y sin sombras. Fuentes cercanas confirma que el rey emérito no admite consejos legales que sugieran pactos o tácticas de contención. “Para él, la imagen es lo primero. No le interesa negociar, solo limpiar su nombre”, explica un allegado. Esta ‘obsesión’ por preservar un legado sin manchas le ha llevado a tomar decisiones que desafían la lógica jurídica, ademas de provocar tensiones en Zarzuela con su hijo, Felipe VI, quien, como ya adelantamos, está en total desacuerdo con sus últimas decisiones". Causa perplejidad que Juan Carlos diga que quiere mantener su reputación intacta. Solo él la ve intacta, su reputación se encuentra bajo tierra, en el infierno.

Portada revista Privé Bárbara Rey y Juan Carlos

Juan Carlos contra muy lógica jurídica, invirtiendo lo único que le queda, dinero, para atormentar a Revilla arrastrándolo a los tribunales. Entre los abogados con un cliente de 87 años empieza a sonar con fuerza las palabras "demencia senil" que reveló por primera vez un periodista monárquico como José Antonio Zarzalejos en su libro Felipe VI, un rey en la adversidad. Zarzalejos: "El libro da algunas exclusivas como el mal estado de salud mental del rey Juan Carlos, ¿padece demencia senil? Prefiero hablar de leve incapacidad cognitiva. Padece lapsus de memoria, más mediata que inmediata, y tiene mala relación con la realidad. Le impide hacer autoevaluaciones de sus conductas. Juan Carlos no tiene la percepción que sus conductas, que llevan a su expatriación, eran inaceptables e inapropiadas, y ya se verá si con consecuencias penales. Él se victimiza y se sitúa en una burbuja. No termina de entender qué le pasa". El libro es del año 2021. Lo que hace cuatro años era incapacidad cognitiva ahora ya puede ser una demencia senil sin diagnosticar. O como siempre sucede con los reyes, diagnosticada sin hacerlo público.