Letizia ha demostrado que reina se hace, no se nace. Juan Carlos y Sofía tuvieron pocas expectativas en ella, Felipe se había enamorado de otra plebeya, y en esta ocasión de una periodista divorciada de su profesor de instituto. Había muchos escándalos por tapar. Sin embargo, la entonces princesa aprendió de la madre de su marido, y fue urdiendo su venganza. Cuando explotó el caso Noós fue su oportunidad. Se convirtió en reina y alejó a todos los Borbón de la monarquía española. Ahora mismo es considerada la mejor monarca de España, pero también de todas las monarquías europeas. Todos los medios de comunicación hablan de ella diariamente. Especialmente se hace un repaso a su estilismo, es pura elegancia. Siempre totalmente acertada.
Una de las características de Letizia es su tacón alto. Desde hace décadas luce zapatos altos, y es que de esta forma logra vencer uno de sus mayores complejos. Estiliza su cuerpo y además se pone a la altura de Felipe VI. Ella es la más baja de toda la familia, incluso sus hijas la superan con bailarinas. Y eso precisamente es lo que enfada a la reina. Debido a una enfermedad que le fue diagnosticada oficialmente hace dos años, tuvo que bajarse del tacón alto.
Letizia se baja del tacón alto por prescripción médica
En los últimos años no prescinde del tacón, pero se baja de tantos centímetros. Es por salud. La reina Letizia enfrenta una dolorosa condición en el pie conocida como neuroma de Morton, que afecta el metatarso, generalmente entre el tercer y cuarto dedo. Sin embargo, esta no es la única dolencia que la madre de Leonor experimenta en el pie, ya que también le han diagnosticado una metatarsalgia crónica.
Quienes sufren esta enfermedad describen la sensación como si tuvieran una piedra en el zapato o un pliegue en el calcetín. Experimentan un dolor agudo, picazón y entumecimiento de los dedos, aunque externamente no se perciben señales evidentes de la enfermedad.
Para aliviar el dolor, la reina ha tenido que renunciar a los tacones altos, ya que no podía soportar el malestar. Es importante destacar que el neuroma de Morton no tiene cura mediante una operación y será una condición que la acompañará durante el resto de su vida. No obstante, es crucial que lo gestione sin permitir que empeore debido a su compromiso con la salud y evitando exacerbarlo por su preferencia por los tacones altos.