El rey Felipe celebra hoy sus 51 años. Un día donde quien habitualmente le rinde homenaje allí por donde pasa todavía hará genuflexiones mucho más pronunciadas. Ya veremos qué le regalan su mujer y sus hijas. De momento, lo que sí se sabe es que hoy no tendrá una de aquellas comidas familiares 'tan naturales' dónde hablan de cómo va el país, ni invitará a la familia a merendar pastel de chocolate.
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Porque el monarca vivirá el día de su nacimiento alejado de la familia y rodeado de hombres testosterónicos y armados. El rey Felipe ha decidido pasar el día de su cumpleaños cogiendo un avión y yendo a visitar las tropas españolas que participan en la misión de la OTAN que adiestra al ejército de Irak en la lucha contra el Estado Islámico, además de charlar con el presidente de aquel país, Barham Salih.
Efe
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Felipe ha querido 'dar ejemplo' de españolidad y compromiso con las fuerzas armadas visitando los contingentes militares de su país que tiene en el extranjero, justamente cuando hace 30 años de este tipo de misiones por parte del ejército. ¿Qué les ha dicho? "Os traslado el orgullo que siente el Rey por vuestro trabajo", así, en tercera persona, como si fuera Aída Nízar.
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"Solo puedo daros las gracias por lo que hacéis, por vuestro servicio, por vuestra voluntad de ayudar". Los soldados y oficiales destinados a aquella zona se han despedido de él cantándole a coro el "Cumpleaños feliz". Sólo faltaba el confetti.
Es extraño, sin embargo, que no le hayan cantado aquello de "Porque es un muchacho excelente, porque es un muchacho excelente y siempre lo será"... Quizás es que incluso ellos mismos saben que el muchacho no es tan excelente.