Leonor está inmersa en su formación militar en la Academia del Aire de San Javier. El último año de los tres cursos. El próximo mes de junio recibirá la máxima condecoración de los tres ejércitos y obtendrá el mayor rango de las Fuerzas Armadas, un título que hasta la fecha solo ostenta Felipe VI y Juan Carlos I, será la primera mujer en obtenerlo. Están siendo unos años muy complicados, con mucho esfuerzo, pero la princesa ya tiene ganas de finalizar esta aventura y comenzar su etapa universitaria en Madrid.
Tanto en el ejército de tierra, como en la Armada, y ahora en el aire, Leonor ha tenido el mismo problema. No está al nivel del resto de compañeros, y deben adaptarse las pruebas a ella, ya que no llega a completarlas en muchos casos. Se queda sin respiración, vomita y se marea. Acaba extasiada. Es un esfuerzo demasiado grande para su cuerpo. Se han adaptado los cursos a sus condiciones. Ahora mismo ella está con los alumnos de cuarto curso, llevan tres años más de formación con el ejército de aire que ella no ha realizado. En las clases teóricas no hay ningún problema porque es una joven muy aplicado, pero en las prácticas el nivel de exigencia es muy alta. No está en forma y para ello se le ha puesto una tutora, de esta forma se le podrá hacer un seguimiento más directo y realizar trabajo extra para que pueda asumir toda la formación.
En este mes de formación, Leonor ya ha tenido que ser atendida por el equipo médico en varias ocasiones, precisamente por esos mareos al realizar un ejercicio superior a su cuerpo. Ha pasado alguna noche en su cuarto con malestar, sin poder continuar con la formación.
Leonor, confinada en su camarote por un virus estomacal
De hecho, la semana pasada también estuvo en la cama por un virus estomacal que sufrieron tanto ella como otros compañeros. Alguna cosa de la comida y el esfuerzo le sentó mal y estuvo toda la noche devolviendo y haciendo de vientre, una situación muy delicada por la que requirió atención médica. A Leonor se la revisa siempre con lupa con tal de garantizar su seguridad.
Por suerte, la princesa se librará durante unos días de la formación militar con el ejército del aire como ya sucedió hace una semana cuando se tuvo que marchar para atender compromisos institucionales. Este domingo estará presente en el desfile de las Fuerzas Armadas donde se reencontrará con todos sus compañeros, los de tierra, mar y aire. Un par de semanas más tarde volverá a desaparecer para entregar los premios Princesa de Asturias.
