Después de que durante muchos meses la gran preocupación de la infanta Cristina haya sido el divorcio de su ya exmarido, Iñaki Urdangarin, después de ver cómo su ex paseaba de la mano de una mujer que no era ella en la portada de Lecturas, y posteriormente rehacía y consolidaba su vida sentimental con Ainhoa Armentia, la hermana de Felipe ya puede respirar tranquila y ahora ya solo la unirá al exduque de Palma la paternidad que comparten de sus cuatro hijos. La infanta Cristina ahora puede estar centrada y concentrada en su razón de ser, sus hijos Juan, Pablo, Miguel e Irene.

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La infanta Cristina con sus hijos Miguel, Juan e Irene Urdangarin / Casa Real

Con el mayor trabajando en Londres para Alejandro Agag, con Pablo jugando a balonmano en Granollers, con Miguel viviendo en Ginebra haciendo un máster, ahora la infanta está preocupada por la más pequeña, una Irene que le ha dado una mala noticia al no superar las pruebas de acceso en la Escuela de Hostelería de Lausanne, en Suiza, después de que su madre pagara 500 euros para que pudiera hacer el examen de ingreso en este reconocido centro de elevada tradición en el que tenía previsto estudiar los próximos cuatro años. La más pequeña de los hermanos, según Monarquía Confidencial es la que se encuentra más afectada por todo lo que ha habido en torno al divorcio de sus padres, motivo por el cual su madre está permanentemente con un ojo encima suyo. Ahora, sin embargo, una decisión de su hija la ha cogido con el pie cambiado.

Irene Urdangarin Cristina mala cara GTRES
Irene Urdangarin y Cristina GTRES

Y es que según el entorno de la joven, Irene ha querido largarse cuanto más lejos mejor de sus padres e irse a Camboya para participar en un voluntariado de un año, porque cree que esta decisión le hará bien y le aportará unos valores y una visión diferente sobre su futuro profesional. De hecho, revelan una "reunión de más de tres horas" entre Irene y Cristina para hablar de este tema y tratar de organizarlo y tenerlo todo atado, una conversación seria sobre el futuro de la joven sobre qué hará una vez acabe este voluntariado. Y es que a la pequeña de los Urdangarin le baila por la cabeza una posibilidad que ha hecho que Cristina saque las garras, ya que no le hace nada de gracia. Y es que al frustrarse la posibilidad de la hostelería, ahora parece que estaría pensando en una cosa que le recomendó su prima Victoria Federica, con quien se lleva de maravilla.

Irene Urdangarin cono Victoria Federica
Irene Urdangarin y Victoria Federica

Vic le habría metido en la cabeza que entre en el mundo de la moda y las redes sociales, que se haga influencer y se deje caer, como la hija de la infanta Elena, en pasarelas y desfiles de moda y que publique imágenes con diferentes saraos y modelitos a lucir... Y Cristina, sacando fuego por las muelas: "su madre se ha pronunciado en contra de esa elecciones. Prefiere un futuro más consolidad para su hija intenta y está tratando de convencerle de que estudie una carrera universitaria". Según el entorno de la infanta, Cristina tiene pánico a una cosa: “Doña Cristina rechaza cualquier tipo de exposición mediática que pueda dañar la imagen de sus hijos. Conoce bien lo que sufrieron en Barcelona tras estallar el caso Nóos y no quiere que se repita la situación, esta vez en redes”. Y mientras tanto, ¿qué hace, dice o piensa Iñaki de todo ello?: pasa de todo."Se mantiene al margen de esta situación de su hija y de las conversaciones de la madre. Respeta las decisiones de sus hijos en cuanto a orientación profesional de cada uno, sin interferir en ellas, siempre y cuando no sea dañino para su imagen".