Monarquía quiere decir tradiciones, y la Familia Real aplica esta doctrina -a priori- en todos los ámbitos de su vida, escuela incluida. Si los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía llevaron a sus hijos al Centro Privado de Enseñanza Santa María de los Rosales, en Madrid, lo mismo han hecho Felipe VI y Letizia con sus hijas.

Las infantas Leonor y Sofía cursan sexto y cuarto de primaria, respectivamente, en este colegio del acomodado barrio de Aravaca de la capital española, centro bilingüe castellano-inglés, religioso, y donde la prioridad es el comportamiento y las buenas maneras, por encima de las asignaturas.

Vivir por el protocolo

Santa María de los Rosales es un colegio hecho a medida para los que siempre estarán en el punto de mira, hagan lo que hagan. Leonor y Sofía ya han mostrado en muchas ocasiones su total corrección, que todo apunta a que viene dada por sus padres y por la escuela casi a partes iguales. Así se presentan los Rosales en su web: "Deseamos impartir una educación encaminada a hacer de nuestros alumnos personas física y psíquicamente sanas (...) que enfoquen su actividad con responsabilidad y aceptación del deber".

ACN

El empeño del centro por el protocolo lo han corroborado también algunos exalumnos: "Es una educación muy rígida, con afecto, pero rígida al fin y al cabo. Las profesoras son muy maternales, pero al mismo tiempo muy exigentes con la educación. La preocupación de los Rosales son las maneras y no tanto los estudios, cuyo nivel es muy mejorable". En este sentido se expresa también otro alumno: "Te ayudan a aprobar. Si tienes un 4 sabes que te pondrán a un 5, lo que hace que te relajes un poco. Te perdonan mucho". Y es que además del estudio, en los Rosales te enseñan a saber comer y caminar correctamente y, en el caso de las chicas, incluso a "cómo bajar por las escaleras con tacones sin hacer ruido".

Colegio Santa María de los Rosales. Google Maps

Normas estrictas

Los smartphones se han convertido en un problema en todas las escuelas, pero algunas son más duras que otras a la hora de restringir el uso. En el caso de los Rosales, no se deja pasar ni una: cualquier móvil que un profesor encuentre no sólo en clase, sino que en todo el recinto escolar, será requisado.

En este sentido, hay que recordar que la reina Leticia ya alertó en el año 2008, con la entrada de Leonor en la escuela, que tenía miedo de que otros alumnos hicieran fotos o grabaciones de su hija... Y eso que en aquella época los móviles no hacían lo mismo que ahora, ni había Snapchat ni Whatsapp, ni nada parecido.

Por lo que a las sanciones se refiere, no se será benévolo cuando haya que ponerlas. De hecho, ya se advierte antes de entrar en la escuela que quien se matricule "tendrá que aceptar todas las normas". Eso sí, estas se adecuarán a la edad y circunstancias personales del alumno, y "en ningún caso el procedimiento de corrección podrá afectar al derecho a su intimidad, honra o reputación."

Como no podía ser de otra manera, además, la escuela es inequívocamente católica. "La Primera Comunión y la Confirmación son celebraciones oficiales y se realizan en cuarto de primaria y primero de Bachillerato, respectivamente", explican.

Para no herir sensibilidades, también dejan claro que "los alumnos que profesan otras religiones son igualmente bienvenidos"... Los más de 7.000 euros anuales que cuesta la escuela, lo permiten.