Letizia ha experimentado una serie de desafíos en sus relaciones sentimentales en los últimos tiempos. En este período, Felipe se ha destacado como el único individuo que parece no tener la intención de causarle daño, siendo la única persona que le ha demostrado un amor genuino. Sin embargo, ahora que ostenta el título de reina, parece haber surgido una campaña destinada a desacreditarla.

Hace algunas semanas, Jaime del Burgo rompió su silencio en las redes sociales después de brindar su testimonio a Jaime Peñafiel para su último libro. En sus revelaciones, insinuó una supuesta infidelidad de la reina hacia el rey con él, sin temor a las posibles consecuencias. Su seguridad en sus afirmaciones fue evidente, ya que no solo las reiteró sino que también aportó nuevos detalles. Aunque habló de una reina infiel, no insinuó en ningún momento que él hubiera sido infiel con Telma Ortiz, ni que su matrimonio con la hermana de Letizia fuera resultado de un enamoramiento de la reina.

Letizia Jaime del Burgo TV3
Letizia Jaime del Burgo TV3

Diversas personas han aprovechado la notoriedad de Letizia para sus propios fines, como su primo David Rocasolano, quien cortó lazos por completo al redactar una biografía no autorizada que desvelaba episodios oscuros del pasado de su prima. Entre estos, mencionó dos abortos que Letizia le confesó a Felipe, instándolo a eliminar las pruebas pertinentes.

Otro episodio conflictivo fue su relación con Alonso Guerrero, su primer gran amor. El escándalo surgió cuando Letizia, de 17 años en ese momento, se enamoró de su profesor de literatura. Aunque mantuvieron una relación prolongada, su matrimonio terminó en divorcio poco después de la boda. La relación se enfrentó a una crisis importante cuando la hermana de Telma se trasladó a México para estudiar y trabajar, necesitando su espacio. Durante ese período, Letizia se involucró con otros hombres solo por una noche, buscando afecto.

Alonso Guerrero y Letizia
Alonso Guerrero y Letizia

La sentencia que dañaría definitivamente a Letizia está en peligro 

Cuando Letizia ascendió a princesa de Asturias, tanto Juan Carlos como Felipe emprendieron una extensa labor para eliminar todas las pruebas de su pasado. Esto fue realizado con el objetivo de evitar la verificación de cualquier información que pudiera surgir en las conversaciones sobre ella.

A diferencia de Jaime del Burgo, Alonso Guerrero ha optado por permanecer en silencio, mostrando respeto hacia Letizia o, posiblemente, eligiendo olvidarla. Su matrimonio tampoco terminó de manera amigable, según refleja la sentencia de divorcio. Existe una mención de una sentencia custodiada en una caja fuerte que podría revelar la verdadera identidad de Letizia Ortiz. Algunos funcionarios expresan preocupación por la posible filtración de información, lo que podría dejarla en una posición comprometedora. En el divorcio con Guerrero, se describió a Letizia como una persona tóxica, de carácter fuerte y dominante, y se mencionaron terceras personas como la razón fundamental de la ruptura de la relación entre el profesor y su alumna, tras varios años juntos y un par de años casados.