Francesco Arcuri, la expareja de Juana Rivas, ha abandonado este lunes por la tarde la comandancia de la Guardia Civil con sus dos hijos. Lo ha hecho pasadas las 3 de la tarde, después de que Juana Rivas hubiera cumplido con la orden judicial esta mañana del lunes y hubiera dejado a sus dos hijos, de tres y 11 años, en manos de la Guardia Civil. Rivas tenía de plazo hasta las cinco de la tarde para entregar sus hijos a su padre.

La madre estaba incumpliendo desde hace más de un mes la orden dada por el juez de retornar los niños, de 3 y 11 años, a su expareja. Rivas argumentaba su desacato con la condena impuesta el año 2009 sobre su expareja y padre de los dos menores, por lesiones en el ámbito familiar. Además, Rivas lo había vuelto a denunciar por maltratos en julio del año pasado.

Hay que recordar que el 8 de agosto el juzgado dictó una orden de detención contra ella y en estos momentos está siendo investigada por retención ilícita y desobediencia de la justicia. La madre de Granada se presentó al juzgado el pasado martes, que le decretó libertad provisional comunicada y sin fianza al considerar que no estaba justificada la "medida excepcional" de prisión, que había solicitado la Fiscalía, que estudia recurrir esta decisión.

Además, la jueza también imputó a dos de las asesoras de Rivas y a todos los familiares de esta hasta el segundo grado de consanguinidad, como posibles inductores o participantes, respectivamente, de un delito de sustracción de menores.

Aunque Rivas fue puesta en libertad, la Fiscalía ha recurrido este lunes la decisión del juez y ha vuelto a pedir prisión sin fianza en el marco de la investigación que se sigue contra ella por supuestas desobediencia judicial y sustracción de menores.