Este lunes hará un mes de la proclamación de la República. El president está en el exilio y el Govern en la prisión o en el exilio. ¿Se lo habían imaginado así? ¿Es lo que esperaban?
No era lo que esperábamos, lo que deseábamos, pero sin embargo, entre todas las posibles reacciones del Estado español había una, que era la que dábamos menos posibilidades, era una reacción antieuropea, antidemocrática, antigua, de un Estado que le presumíamos que al menos estas cuatro décadas de democracia habría dejado un poso de generaciones de demócratas que no permitirían los excesos que hemos visto que se ha permitido.

Fueron horas muy intensas: la reunión del grupo parlamentario del jueves donde anunció que convocaría elecciones, una convocatoria de prensa al mediodía, donde se esperaba que lo anunciara, pero donde finalmente no lo hace...
Siempre dije que estaba dispuesto a convocar elecciones si eso servía para parar este 155, que es un verdadero golpe de estado, ilegal y anticonstitucional, que tenía una intención liquidatoria, de arrasar. Valía la pena, ya que todavía tenía bajo mi responsabilidad la posibilidad de convocar elecciones, explorar esta posibilidad, si servía para parar el 155 y con las elecciones conseguir una situación de normalidad que ya no se daba en aquel momento. Me dediqué a fondo, primero a intentar explicar dentro del Govern que aquella era la decisión que nos convenía, y segunda, sobre todo, a buscar a través de personas que actuaban de mediadoras, porque era imposible hablar con el Gobierno español, que nos dieran estas garantías. Eso no apareció nunca. Yo había convocado la prensa en previsión, no dije el porqué. Tenía un decreto redactado, pero no lo firmé nunca, porque me pareció irresponsable firmar un decreto de convocatoria si no estaban las garantías mínimas exigibles del Estado español para que se pudieran celebrar las elecciones.

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En el Parlament, las caras eran de trascendencia; sabíamos lo que nos jugábamos, pero no podíamos dejar de hacerlo

Finalmente, el pleno aprobó el viernes la declaración sobre la República catalana... El president no interviene en el pleno, pero habla desde la escalinata del Parlament ante los alcaldes concentrados. Había caras largas. ¿Qué estaba pasando en aquel momento?
Ya explicaremos los detalles de cada cosa, lo que fue bien, lo que no; si nos hemos equivocado allí o aquí. Por cierto, invitamos a este ejercicio al Estado español y a todos los socios. Yo creo que no toca recrearnos... Las caras eran de trascendencia, porque sabíamos lo que nos estábamos jugando y que la gestión era compleja, pero que no podíamos dejar de hacerlo. Era un rictus de responsabilidad que no hemos abandonado nunca, y además lo exigimos, esto no puede ser una fiesta mayor, después del 1-O, que fue una orgía de violencia policial, y me niego a dar carta de naturalidad, poniendo buena cara a la violencia que desencadenó el Estado español. Nos tenemos que rebelar siempre. Porque es un hecho de vergüenza. Por eso teníamos cara de responsabilidad y la tenemos que mantener.

Acto seguido, el Govern se reúne en la Generalitat, mientras la gente se concentraba en la plaza Sant Jaume. ¿Sabían ya entonces qué haría el Estado?
Sabíamos que habría una reacción muy intolerante por parte del Estado; que tenemos un plus de responsabilidad; y que una de las posibilidades era que una parte del Govern pudiera quedar preservado y con libertad de movimientos para seguir pilotando la fase en la que entrábamos.

¿El Estado está dispuesto a renunciar a la violencia? Porque yo no estoy dispuesto a caer en la violencia

Uno de los temas que todavía están provocando polémica son estas alertas de violencia extrema en las calles...
A veces damos un poco de risa como país. ¿El 1-O qué pasó? ¿Fue una caricia, se repartieron flores, globo y caramelos? ¿O hubo porras y vaciaron el ojo a una persona y golpearon seriamente a otros, sin ningún tipo de control, al contrario, con uno gigantesco a por ellos que dio el mismo Rey? Qué más nos tenemos que demostrar, qué pruebas más hacen falta para saber que delante teníamos un Estado dispuesto a todo. Y cuando digo a todo en España quiere decir todo. ¿Tenemos que ir con el lirio mucho más tiempo o qué? Que el Estado estaba dispuesto a parar la independencia y la república, si conviene empobreciendo el país, dando miedo a la gente y zurrando a la gente, es que nos lo tienen que volver a demostrar. ¿A quién nos creemos? ¿A la señora Cospedal que piensa que soy un espía ruso? O nos creemos a la gente como Marta Rovira o yo mismo u otra gente que sabemos a qué estaba dispuesto el Estado. Y que los únicos que hemos actuado con responsabilidad somos nosotros. Vuelvo a hacer la pregunta: ¿El Estado español está dispuesto a renunciar a la violencia para impedir la independencia de Catalunya? Porque yo no estoy dispuesto a caer en la violencia. ¿Pregunto, señora Arrimadas, señores Iceta, Albiol, Rajoy, están dispuestos a comprometerse públicamente a no utilizar nunca la violencia si el resultado de la voluntad de los catalanes es hacer una República independiente? Yo no los he oído nunca comprometerse. Por lo tanto, cuando un Estado como el Español que tiene la tradición que tiene no se compromete a no hacer uso de la violencia me parece que no tenemos que ser demasiado malpensado para saber qué está dispuesto a hacer.

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Millo tendría que dimitir; forma parte del problema, de la regresión democrática más importante desde Franco

Enric Millo ha dicho que es una mentira miserable hablar de una amenaza de violencia en las calles...
El señor Millo no se caracteriza por ser un ejemplo de explicación de verdad y coherencia. Lo que tendría que hacer el señor Millo es, por vergüenza, dimitir, porque forma parte del problema, de esta narrativa que ha permitido que en Catalunya se haya hecho la regresión democrática más importante desde la muerte de Franco. No se puede reír de la gente que está en la prisión ni en el exilio, ni de la violencia. Son representantes de un Gobierno que niega al mundo que el 1-O hubo violencia. ¿A quién nos creemos? ¿A Millo, Cospedal y Santamaría? La elección es fácil. ¿Que escojan los catalanes, quién se creen? Un gobierno que tiene gente en la prisión, gente viviendo fuera de casa, que tiene la necesidad de defender la dignidad de la elección de los catalanes del 27-S, o a unos mentirosos compulsivos que niegan incluso delante del mundo que el 1-O hubo violencia. ¿A quién nos creemos? Yo no tendría dudas. Si alguien los tiene, no sé qué más tiene que hacer el Estado español para acabar de acreditar ante la sociedad catalana lo que estaba dispuesto a hacer.

Esta amenaza la ha oído directamente sobre usted, por ejemplo el 1-O con aquella maniobra que hizo bajo un puente para cambiar de coche...
Cuando sigue un helicóptero de la Guardia Civil tus movimientos y no tienes ninguna denuncia presentada y no eres ningún delincuente, ¿qué caray estaban haciendo los señores Millo, Pérez de los Cobos [coordinador del ministerio de Interior] o Zoido [ministro de Interior]? ¿En base a qué ordenaron a un helicóptero de la policía que me siguiera? ¿Eso es un ejercicio de respeto a la seguridad y la privacidad o es una amenaza clara? ¿Cuando se llama a mi familia y se la amenaza de muerte, de matar a todos los Puigdemont y no se detiene a nadie, qué es? Hay gente que ampara, y tolera y piensa que vivir en un país que permite eso es la democracia ejemplar. Yo lo combatiré siempre, esté donde esté. Por eso estoy aquí, no me quiero resignar, no quiero formar parte de una generación de gente resignada en un Estado demofóbico y totalitario, que se comporta como un estado autoritario.

¿Cómo es posible que se publique una mentira como que me marché vía Marsella y se le dé credibilidad? España tiene un problema gravísimo con los medios de comunicación

Al día siguiente de la proclamación, el sábado, Rajoy anuncia el 155 y la convocatoria de las elecciones el 21-D. Aquel sábado, el president se dejó ver en Girona. Acto seguido, se marchó hacia Bruselas, se publica que vía Marsella...
¿Cómo es posible que se publique una mentira como esta? ¿Y por qué se le da credibilidad? Yo no pasé por Marsella. La única vez que pasé por Marsella fue hace 25 o 30 años. Entre que soy espía ruso, que paso por Marsella y que vivo en una mansión, y se da por hecho. Lo explicaré el día que toque. A quien haya publicado que yo me fui vía Marsella tiene que demostrar de dónde lo ha sacado, que explique sus fuentes. Porque si con las fuentes que se hace información en España, yo me fui vía Marsella y soy espía ruso, España tiene un problema gravísimo con sus medios de comunicación. ¿Quién lo dice? ¿Tele5?, ¿Antena 3?, ¿el grupo Planeta?, ¿el grupo Godó? ¿Quién lo dice?

Podria ser el resultado del seguimiento policial al president y a los miembros del Govern...?
Si el seguimiento al president y los miembros del Govern lo hacen los mismos servicios que dicen que soy espía ruso, quiere decir que la seguridad de Occidente peligra. Es alucinante. Que la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, no dimita con una trola que le han colado por la escuadra y si sus servicios secretos le han dado información que hace veraz esta versión, hay un problema de seguridad gravísimo en el sur de Europa. Es lo bastante importante el tema como para que dejemos de sintonizar los grupos de comunicación españoles que se han vestido de caqui, de militar, e intentan contaminar y colonizar el imaginario colectivo de verdaderas animaladas y falsedades. He visto informaciones de televisiones españolas señalando una casa donde supuestamente hago reuniones políticas y donde no he puesto nunca los pies, ni en la casa ni en el pueblo donde está. Eso es lo que pasa por ser información veraz a la mayoría de la población española. Yo no haré desmentidos, quien quiera publicar falsedades tiene sus responsabilidades. No iré a remolque de las falsedades que se publican porque hay tantas, tantas... Ahora nos toca dejar de hablar de eso y hablar del 21-D, la única oportunidad que tendremos para derrotar el 155, Mariano Rajoy y todos los mentirosos que lo acompañan.

El Estado filtra lo que le da la gana cuando le da la gana, y nadie pregunta, ¿cómo obtuvieron estas conversaciones?

Cuando, finalmente, no se despliega la República se acusa al Govern de no tener preparadas las estructuras de Estado y se pone como muestra la filtración de conversaciones de altos cargos del Govern, como el secretario de Economia, en las que así se reconocen...
¿La conversación que se ha filtrado, en qué momento se graba? No es lo mismo una conversación en el inicio de preparación de una serie de estructuras que quizás estuvieron preparadas después. El Estado español nos hace ir por donde quiere, filtra lo que le da la gana, cuando le da la gana, y nadie se pregunta, ¿Ustedes cómo obtuvieron estas conversaciones, había permiso para escuchar las conversaciones que tenían los miembros del Govern o se ha blanqueado a posteriori el pinchazo del teléfono de miembros del Govern? Por la defensa de los derechos y las libertades interesa más eso segundo. Tenemos una policía que actúa impunemente, escuchando a la gente, y que a partir de una orden posterior blanquea escuchas anteriores sí o no. Que en un momento que está construyendo estructuras de Estado, en un momento determinado, admita que en aquel momento no las tiene a punto eso no prejuzga que meses después no las pueda tener a punto.

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Habríamos podido salir adelante, sí, pero probablemente no habríamos hecho un buen servicio a la consolidación de la república

Por lo tanto, ¿estaban preparados?
Estábamos preparados para desplegar una república en los términos de normalidad democrática que habíamos buscado. Y que habíamos dicho que queríamos y que necesitábamos para desplegar la República. Es evidente que ante un Estado que actúa con tanto autoritarismo y con tanta violencia y además con un golpe de estado como es la aplicación del 155, que te deja fuera de las instituciones legítimas donde has sido escogido legítimamente, no es lo mismo. Puedes tener preparadas todas las estructuras que crees necesarias para empezar a arrancar la República... Hablamos de un proceso de transición nacional, he dicho muchas veces que no hay un botón para la independencia. Sabemos que un proceso de transición hacia la independencia, con un Estado que no se pone bien y que ahora sabemos que se pone especialmente mal, no será fácil. Hacen falta unas estructuras y unas decisiones que se tienen que ir compasando a las respuestas que tiene la otra parte. Creo que la decisión que tomamos en aquellas horas y posteriormente es la que correspondía tomar por responsabilidad. Habríamos podido salir adelante, sí, pero probablemente si lo que queremos es la consolidación de la República no habríamos hecho un buen servicio a este proyecto.

¿Se ve dialogando con Rajoy después de todo lo que ha pasado?
Rajoy, si cree finalmente que puede hablar -después de haber dicho muchas veces que no quería ni hablar-, donde sea y cuando sea. Es lo que he dicho siempre. Pero también es verdad que dos años después de mi investidura como president de la Generalitat, las actitudes quedan descritas por los hechos. Si este señor a todas las propuestas de diálogo, lo ha rechazado y ha dicho que no, no pierdo nunca la esperanza, pero a la gente la conoces por sus hechos. La disposición está siempre, no puede ser de otra manera, pero el señor Rajoy ha demostrado que más bien tiene más tendencia a la imposición y al autoritarismo que a la negociación y la democracia.

¿De qué sirve un jefe de estado que toma partido? Ya votamos políticos que tienen etiqueta de partido. Nos podemos ahorrar los quebraderos de cabeza que representa

El Rey tampoco queda muy bien parado en su valoración. ¿Usted le conocía, le ha sorprendido?
Yo no he hecho una opinión, he descrito unos hechos que dibujan muy bien qué papel ha hecho el Rey. ¿El Rey ha hecho un papel de acuerdo con la Constitución española? Pregunto a los constitucionalistas: ¿hizo de Rey de todos los españoles? ¿También se dirigió aquella noche del 3 [de octubre] a los españoles independentistas catalanes, que no son pocos, o explícitamente los excluyó de su mensaje? ¿Fue neutral, fue moderador, arbitral como dice la Constitución, o tomó partido? El Rey rompió la neutralidad del jefe de estado, ¿de qué sirve un jefe de estado así, que toma partido? Ya votamos políticos que tienen etiqueta de partido, no hace falta, nos podemos ahorrar los quebraderos de cabeza que representa. Aquel día el Rey empezó a marcar un cambio de era, no precisamente favorable, dejó de ser el Rey de muchos catalanes, de catalanes republicanos que lo respetaban.